Sólo la provincia de Valencia supone nada menos que el 5% del PIB nacional. Su peso relevante en la economía española anticipa un freno en el crecimiento del país, que ha venido sorprendiendo trimestre tras trimestre. Entre octubre y diciembre estaba previsto un avance trimestral superior al 0,5%, unos números que ahora revisan los servicios de estudios tras la tragedia provocada por la DANA.
La paralización de buena parte de la actividad "puede tener un impacto visible en las cifras de crecimiento del PIB nacional del cuarto trimestre, le puede restar unas pocas décimas", advierte Mª Jesús Fernández, economista senior de Funcas. La duración del colapso será clave, pues se teme que algunas empresas tardarán "meses" en recuperar la producción, hasta que repongan equipos y maquinarias, y otras no volverán.
Además de la importancia de la industria, la agricultura supone casi el 2% del PIB de la provincia, y en este sector el impacto puede ser incluso más duradero. "Los cultivos de esta temporada habrán desaparecido, y campos de árboles frutales no volverán a producir en varios años porque hay que plantar nuevos", señala Fernández, quien recuerda el efecto en toda la cadena: emaquetamiento, transporte, logística, etc.
Este impacto en el crecimiento del PIB nacional, que los expertos aún no son capaces de estimar con precisión, será en todo caso menor al impacto económico real del desastre. Gregorio Izquierdo, director del Instituto de Estudios Económicos (IEE) apunta que "la Contabilidad Nacional sólo va a recoger la pérdida directa de actividad y empleo consecuencia de la catástrofe en los municipios afectados".
La primera señal se emitirá en los datos de empleo de noviembre que publican los Ministerios de Seguridad Social y Trabajo. Sin embargo, "el mayor coste económico de la DANA es la pérdida de infraestructuras públicas y bienes privados tanto de familias como de empresas", y estas pérdidas no se reflejan como tal en la Contabilidad Nacional, aunque suponen un incuestionable empobrecimiento económico", añade Izquierdo.
Aumento de la deuda pública
Para ayudar a las familias y las empresas a recuperarse de los daños ocasionados por la DANA, el Gobierno ha anunciado una necesaria batería de medidas que ha cuantificado en 10.600 millones de euros y que tendrá que financiar con deuda pública. Las administraciones públicas sufren un déficit que en 2023 se situó en el 3,5% del PIB (algo más de 50.000 millones), lo que conduce al Estado al endeudamiento para hacer frente al aumento del gasto.
La ratio de deuda pública sobre PIB no ha logrado bajar del 100% desde antes de la pandemia, con 1,6 billones de deuda acumulada frente a un PIB anual que en 2023 aún no llegaba a los 1,5 billones. El hecho de que la economía española frene su crecimiento por la DANA (menor denominador del previsto) y el aumento del volumen de deuda pública (mayor numerador) harán, previsiblemente, que esa ratio empeore.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó este martes, durante la presentación de las medidas, que a la luz de estas ayudas es necesaria la aprobación de unos nuevos Presupuestos. "Estamos hablando de cifras muy importantes (10.600 millones), muchos recursos económicos que tendremos que desembolsar de nuestras cuentas públicas y lógicamente eso nos hará revisar el impacto sobre el déficit y la deuda pública (...), y, por supuesto, necesitaremos unos nuevos PGE", dijo.
En todo caso, Mª Jesús Fernández recuerda también que "al ser gastos imprevistos, se pueden aprobar partidas de gastos que no estuvieran presupuestadas". El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, había pedido al Ejecutivo central un plan de recuperación de 136 medidas que valoró económicamente en 31.400 millones de euros, una cifra similar a la del presupuesto anual de la Administración autonómica, que también está pendiente de aprobarse.
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