Telefónica se prepara para el cierre de 108 países en toda España a través de un plan de racionalización de instalaciones. En los últimos siete años más de uno de cada tres puestos de trabajo del operador ha desaparecido, la mayoría a través de planes de bajas incentivadas impulsadas por la dirección de la compañía, que busca reducir la masa salarial. Si en 2016 había 33.440 trabajadores hoy la cifra ronda los 20.000, según el informe anual de resultados correspondiente a 2022.
Otro de los factores que han obligado a la compañía de José María Álvarez-Pallete a acometer este programa tiene que ver con la pandemia.
Con la llegada del coronavirus las empresas se vieron forzadas al teletrabajo, y en las organizaciones de corte tecnológico, como es el caso de Telefónica, son medidas que, por la naturaleza de su negocio, se han mantenido en mayor o menor medida en el tiempo.
Robotización y automatización
De hecho, parte de sus instalaciones centrales en el madrileño Distrito T se encuentran desocupadas y el operador busca desde hace tiempo cómo sacarles partido.
El cierre de 108 edificios, adelantado por Cinco Días, se ejecutará entre este año y el que viene, y ha arrancado con un "diálogo con los representantes de los trabajadores para avanzar en la concentración de empleados de la compañía, de acuerdo a un escenario en evolución marcado por transformaciones como el paso de la red de cobre a la fibra, la robotización y la automatización", explican fuentes del operador.
Telefónica apunta a que "esta iniciativa se dirige a edificios de baja ocupación donde trabajan 15 o menos empleados, que desarrollarán su actividad en edificios principales de la capital de su provincia y que cuentan con un plan de reskilling para su recualificación si fuera necesaria".
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