Economía

Las eléctricas ofrecen un pacto al sector del gas para bajar la luz sin el Gobierno

Los representantes de las compañías eléctricas buscan ahora un gran acuerdo entre energéticas para reducir el precio del mercado eléctrico a través de un acuerdo con los operadores gasísticos

El pasado martes, Pedro Sánchez y Teresa Ribera se reunieron con las principales eléctricas españolas. Un encuentro que evidenció dos bandos. Iberdrola y Endesa, por un lado, que reclaman topar el precio del gas y mantenerlo en el mercado eléctrico. Repsol y Naturgy, en el otro frente, piden sacar esta materia prima del 'pool' para moderar su precio. Un choque que quedó patente en la reunión con el Gobierno y que ahora se busca suavizar.

Según informan fuentes del sector eléctrico, las principales empresas serían partidarias ahora de un acuerdo de mercado gasistas-eléctricas para lograr una "contundente" rebaja del precio de la luz. Las eléctricas defienden que no hay necesidad de intervención por parte del Gobierno para esta meta, porque un acuerdo entre las empresas gasistas y las compañías eléctricas provocaría este descenso generalizado de las tarifas eléctricas.

Según detallan las mismas fuentes, una rebaja del precio del gas de 10 euros megavatio hora reduciría en 25 euros el precio de la electricidad. Una cifra que las grandes eléctricas consideran que sigue siendo satisfactoria para las gasistas, ya que su margen seguiría siendo "muy alto". Los precios de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que manejan las empresas eléctricas para esta afirmación apuntan a unos precios de importación del gas 60 euros.

"Esta idea muestra claramente que no existen los denominados 'windfall profits' de las eléctricas. Si estos existieran, las propias eléctricas no tendrían interés en promover un precio del gas más ajustado", afirman desde las eléctricas. Las eléctricas insisten que, ante un margen "tan brutal" del gas, hay que negociar para lograr entre los principales actores reducir estos altos precios.

Las eléctricas y las gasistas, "dos sensibilidades"

Una propuesta que busca unir "dos sensibilidades", aunque sin variar nada de lo que propusieron las eléctricas ante Pedro Sánchez. Las empresas integradas en la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), que son Endesa, Iberdrola y EDP, buscan desde el inicio de esta crisis de precios que se limite el precio del gas y se mantenga dentro del mercado mayorista de electricidad.

Su iniciativa va acompañada con un descarte de cualquier idea que hable de recuperación de los 'beneficios caídos del cielo' de las fuentes no emisoras de CO2. El lema de las eléctricas con estos altos precios es que los hidrocarburos como los grandes triunfadores de los altos precios.

Los grandes operadores de hidrocarburos en España, donde destacan Repsol y Naturgy, defendieron esta semana, y han defendido siempre, que la mejor alternativa es sacar el gas del 'pool' para que no eleve el precio del resto de fuentes de generación, revise la fiscalidad de los hidrocarburos al igual que la electricidad y, al igual que el otro bando, apuntan que el actual modelo de casación de los precios de la electricidad beneficia a unas tecnologías más que a otras.

Negocios muy diferentes

Dos grupos que se consideran con negocios muy diferenciados y el Gobierno tiene en la mesa sus dos iniciativas a corto plazo. Por un lado, apostar por el desacople del precio del gas natural de la formación del precio eléctrico para desligarlo de la volatilidad del mercado y poner referencia al precio de gas natural. Por otro, fijar precios para el gas, que se mantenga en el mercado y lograr de esta manera que el precio del pool no vuelva a superar la barrera de los 200 euros/MWh en esta crisis.

El Gobierno, de momento, les pide colaboración en una situación de crisis por el impacto de la subida exorbitante de los precios de la energía tiene sobre los consumidores domésticos, en especial los más vulnerables, la industria y las pymes, base del tejido productivo nacional. Pero en esta colaboración hay dos sensibilidades que chocan. Ahora una busca un pacto sin mover su postura. Pero parece que hasta el 29 de marzo no se sabrá si triunfa una por encima de la otra o, por otra parte, pierden las dos.

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