Los consumidores de luz con una tarifa a precio fijo tienen que estar pendientes de cuándo vence su contrato. Porque las condiciones cambiarán. Hasta las fecha, un hogar con este tipo de tarifas renovaba año tras año su acuerdo con su compañía eléctrica si anunciaba de forma explícita, antes de que venciera el contrato, que no quería renovar. Pero cambia mientras esté vigente la medida estrella del Gobierno para frenar la escalada del recibo de la luz: el límite al precio del gas con el que se produce electricidad.
Todos los contratos a precio fijo que se renueven entre el 26 de abril de 2022 y el 31 de mayo de 2023 deben revisarse para incluir el coste de la medida. Un proceso que afecta a millones de clientes. Según los últimos datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC), 18 de los 29 millones de consumidores que hay en España están acogidos al mercado libre.
Un número de clientes, el 60% de los consumidores eléctricos, que revisa su tarifa de forma anual y que ahora deberá asumir este nuevo coste. El límite al gas empezó su vigencia el pasado miércoles. Aquel día, la diferencia entre el precio real del gas con el límite del Gobierno salía de la factura de las empresas y hogares acogidos a la tarifa regulada o Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), el 40% del total de los consumidores.
El objetivo del Gobierno es los cerca de 4.000 millones de euros que cuesta esta subvención al gas se reparta entre el 100% de la demanda, contratos a precio fijo y los del PVPC. Es decir, que los contratos a precio fijo incorporen este coste. Como no se pueden cambiar los acuerdo vigentes entre eléctricas y clientes, la alternativa legal que encontraron desde Moncloa es incluir este coste extra en nuevos contratos, renovaciones, revisiones de precio y prórrogas posteriores.
El Ejecutivo considera que el coste de la compensación a las centrales de gas por el tope se irá reduciendo por cliente al ir incorporando a los clientes con precio fijo. Esa incorporación de nuevos pagadores permitirá al Gobierno alcanzar su objetivo con este plan. Teresa Ribera situaba entre el 15% y el 20% el impacto que iba a tener sobre la factura final el límite al gas.
Las empresas calculan que para cumplir esta bajada sería necesario una rebaja entre el 30% y el 40% en el precio mayorista. De momento, y por culpa de las condiciones meterológicas y el aumento de la demanda, los primeros días de este medida ha logrado recortar un máximo del 20% frente al precio del mercado si no se hubiera aplicado el límite al gas.
Las eléctricas no renovarán de forma automática
Las actualizaciones de contratos a precio fijo se realizan de forma anual y, en la mayoría de los casos, de forma automática. "No habrá renovaciones automáticas de contratos a precio fijo como hasta ahora", señala Pedro González, director de regulación de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelec). La organización que lidera Iberdrola, Endesa y EDP alerta a sus clientes de precio fijo o mercado libre que estos contratos tendrán que revisarse por culpa del límite al gas que ha puesto en marcha el Gobierno.
"Lo lógico es que la comercializadora de electricidad contacte con el cliente para avisarle de que se producirá una actualización de su contrato para afrontar la medida que recoge el Real Decreto-ley 10/2022, el coste del mecanismo de ajuste de costes de producción para la reducción del precio de la electricidad en el mercado mayorista", explican desde el sector a Vozpópuli.
"La empresa trasladará al cliente todo este coste. El cliente tendrá la tentación de cambiarse de empresa y esta reacción puede provocar que se encuentre con un aumento de su precio fijo junto con el precio extra del límite al gas", añaden. Por lo tanto, los clientes y las eléctricas están condenados a entenderse para poder afrontar esta medida temporal del Gobierno.
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