Fue la marca española más emblemática en lo que a coches de lujo se refiere a principios del siglo pasado. La empresa resurgió hace pocos años y sigue siendo familiar, ya de cuarta generación, mantiene su sede central, su centro técnico y sus instalaciones de fabricación en Barcelona y más de las tres cuartas partes de los componentes que utiliza en sus procesos de producción proceden de la industria auxiliar española. Cuenta, ahora, con un equipo de 35 personas que ha sido encargadas de recuperar la historia de la marca, que estuvo produciendo coches de lujo entre 1904 y 1946.
Tras diseñar y desarrollar en Barcelona el Carmen, que se fabrica a mano y en su producción se tarda, desde que se encarga, entre 8 meses y un año, da otro paso más en busca de la exclusividad con un Boulogne que es una evolución del propio Carmen, con respecto al cual es más potente, ligero y rápido. Un deportivo biplaza de tracción trasera con dos motores eléctricos, uno en cada rueda, que desarrollan de forma conjunta 1.115 CV, 95 más que en el Carmen.
Los dos motores tienen un funcionamiento independiente, coordinados por una centralita electrónica que permite modificar la velocidad relativa de giro de uno con respecto al otro para favorecer la entrada del coche en las curvas y la motricidad a la salida de la misma. En su maneo, incluye tres modos de conducción diferentes, Eco, Sport y Comfort. Según la marca española, el Boulogne acelera de 0 a 100 km/h en apenas 2,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 290 km/h frente a los 250 km/h del Carmen, gracias no sólo a su mayor potencia sino también por un desarrollo de la transmisión más largo.
Carga rápida
La batería es la misma del Carmen, de polímero de litio y encerrada en una carcasa de fibra de carbono situada por debajo del piso y en la parte trasera y provista de refrigeración líquida con una capacidad de 80 kWh, aunque Hispano Suiza señala que es posible sustituirla en el futuro por otra de mayor densidad energética según vayan desarrollándose. Se puede recargar a potencias superiores incluso a 80 kW en corriente continua, lo que supone que a esa potencia puede pasar del 30% al 80 % de carga en menos de media hora. La autonomía que Hispano Suiza estima para este modelo en caso de someterlo al protocolo de homologación NEDC es de más de 400 kilómetros, lo que da a entender una autonomía más real en torno a los 300 kilómetros.
El peso de este exclusivo eléctrico es de 1.630 kilos, 60 menos que en el Carmen, una reducción lograda gracias a una nueva suspensión que ahorra uno 25 kilos, a un nuevo subchasis que reduce otros 15 kilos, a una optimización en el diseño de algunos componentes del chasis (15 kg menos) y al empleo de un techo de fibra de carbono que pesa 6 kilos menos. Un material, la fibra de carbono, presente en el chasis monocasco, los subchasis, las estructuras de absorción de impactos y los paneles de la carrocería.
La suspensión es la misma del Carmen, un paralelogramo deformable en ambos ejes, con dobles trapecios y amortiguadores de dureza regulable, pero con un ajuste más firme. En el equipo de frenos no hay modificaciones, con discos carbocerámicos de 380 milímetros de diámetro y 34 mm de grosor, así como unas pinzas de anclaje fijo de seis pistones. Impactantes las dimensiones de los neumáticos, los delanteros de 265/30 R19 y los traseros de 305/30 R20.
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