Economía

Los Botín (Emilio y Ana Patricia) y los Inciarte sufrirán la tijera de Guindos: cobran 1,7 M. de variable más que de sueldo fijo

Los cuatro consejeros ejecutivos del Santander son los únicos financieros afectados por la nueva limitación que establece que la retribución variable no puede superar el 100% de la parte fija. Matías Rodríguez Inciarte es el más castigado. Su variable en 2012 fue casi un millón de euros superior al sueldo fijo. Fainé, Medel o Mario Fernández no tienen complemento por objetivos.

Apenas cuatro banqueros, en todo el sector financiero español, se verán afectados por la nueva normativa de retribuciones que limita la compensación variable al 100% del sueldo fijo. Todos ellos el grupo Santander. En concreto, Emilio y Ana Patricia Botín, además de los hermanos Rodríguez Inciarte (Matías y Juan). La suma de los complementos de estos cuatro financieros superó en 1,7 millones sus retribuciones fijas en 2012. El resto de presidentes, consejeros delegados y consejeros ejecutivos de la banca española perciben un variable por debajo de su remuneración fija.

Matías Rodríguez Inciarte, vicepresidente segundo del Santander, es el más afectado por la medida, según los datos contenidos en el último informe de auditoría y cuentas anuales del grupo con sede en Boadilla. El mayor de los Inciarte percibe 959.000 euros más en variable (2,6 millones) que en fijo (1,7 millones). La merma en la retribución de su hermano Juan, consejero ejecutivo, alcanza los 570.000 euros (987.000 euros en fijo frente al variable del 1,5 millones). Entre los Botín, Ana Patricia sufrirá la mayor reducción. La consejera delegada de Santander UK percibió en 2010 un total de 147.000 euros más en variable (2,2 millones) que en fijo (2,1 millones). La diferencia entre el variable y el fijo en el caso de su padre, el presidente del grupo, es de apenas 68.000 euros.

En caso de que el Santander no reduzca motu proprio la variable de estos ejecutivos para igualarla al sueldo fijo, o minimice el desfase elevando la parte fija de la retribución, serán los accionistas del grupo con sede en Boadilla quienes tengan la útima palabra sobre el mantenimiento de estos complementos. La norma, aprobada el viernes por el Gobierno junto a la inyección de 31.000 millones en capital con el cambio fiscal de los activos fiscales diferidos (DTAs), permite que la variable pueda suponer el 200% del sueldo fijo de los banqueros si logra el refrendo en la junta de accionistas.

Salvo Botín, el resto de grandes banqueros ya tenían asimilada esta limitación en sus respectivas retribuciones en el último ejercicio, según los datos oficiales que aparecen en los informes anuales de cada una de las entidades correspondientes a 2012. Así, Francisco González, presidente de BBVA, percibió 1,96 millones de sueldo fijo y 1 millón en retribución variable. Por su parte, el consejero delegado Ángel Cano obtuvo una remuneración total en efectivo de 2,38 millones en 2012, además de 98.890 acciones. El total del salario en efectivo se divide en 1,74 millones de sueldo fijo y 0,63 millones de variable.

La parte variable de Emilio Botín supera en 68.000 euros a la fija. En el caso de Ana Patricia, se rebasa en 147.000 euros

Mientras, el presidente del Popular, Ángel Ron, rebajó su retribución un 11% en 2012, al pasar de percibir 1,38 millones en 2011 a los 1,23 millones del pasado ejercicio, según consta en la memoria de la entidad. Ron cobró un millón de euros como salario fijo y el resto lo percibió como complemento por desempeño individual. La retribución de Francisco Gómez, consejero delegado, ronda los 600.000 euros anuales, siendo menor su parte fija que variable.

En el caso de Caixabank, el sueldo de 2,6 millones que percibe Isidro Fainé corresponde enteramente a su retribución fija, según confirman fuentes de la entidad. Mientras, Juan María Nin, consejero delegado, tampoco se ve afectado por el nuevo decreto Guindos. El peso de la parte variable en su retribución conjunta de 2,5 millones es inferior al fijo.

Tampoco se reducirán emolumentos entre los dos primeros ejecutivos del Sabadell. Con motivo de la integración de la CAM, Josep Oliu reveló que su salario había sido de 2,1 millones de euros en 2011, repartido entre 1,36 millones de retribución fija y 525.000 euros de variable. En 2012, Sabadell tampoco desveló las retribuciones individuales, aunque en julio anunció que se congelaría el sueldo de la cúpula directiva, lo que lleva a pensar que su salario no ha experimentado grandes cambios. Con Jaime Guardiola, segundo ejecutivo de la entidad catalana, sucede lo mismo que con Oliu.Su sueldo no se conoció hasta el pasado verano. En 2011, percibió 1,7 millones de euros, de los cuales 1,2 millones correspondían a una retribución fija y algo menos de medio millón de euros, a percepciones variables.

José Ignacio Goirigolzarri, máximo responsable de Bankia, ganó 500.000 euros durante el año pasado. Su retribución máxima podía ascender hasta 750.000 euros (500.000 de fijo y otros 250.000, de variable), aunque la propia entidad acordó no pagar la parte variable. En 2013, Goirigolzarri también cobrará 500.000 euros.

El borrador del anteproyecto de ley, que acompaña al decreto aprobado el viernes, contempla que se podrá devolver parte del variable si la entidad no cumple objetivos en los años siguientes al pago

Con el primer decreto Guindos, de febrero de 2012, Economía ya limitó el sueldo de los ejecutivos de los bancos nacionalizados o que recibieron ayudas públicas. Además, en el primero de los casos, también se prohibió el pago del variable hasta que las entidades no recuperasen la senda de los beneficios. Tanto Carlos Egea (BMN), como Manuel Menéndez (Liberbank), perciben menos del tope de 500.000 euros, con mayor peso de la parte fija sobre el variable.

Mientras, los ejecutivos de las tres antiguas cajas que no han recibido ayudas tampoco se verán envueltos en esta limitación. Tanto Braulio Medel (Unicaja) como Mario Fernández (Kutxabank) no cuentan con retribución variable, mientras que Amado Franco (Ibercaja) cuenta con un sueldo fijo superior.

La poca repercusión de la limitación aprobada el viernes contrasta con el creciente temor en el sector de una de las limitaciones que aparecen redactas en el borrador del anteproyecto de ley que prevé que cada entidad tendrá que determinar una parte del variable que estará sometida a cláusulas de reducción o incluso de devolución. El Banco de España activará estas opciones cuando una entidad no cumpla con las previsiones financieras que acompañan a esas retribuciones.

Además, el Gobierno quiere exigir a todas las entidades que publiquen las retribuciones totales percibidas anualmente por todos los miembros de su consejo de administraciones.

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