No es la primera marca en hacerlo y a buen seguro no será la última. Rebajar las emisiones conlleva millones de euros de desarrollo tecnológico y encarecimiento de los precios de venta, algo difícil de rentabilizar en coches urbanos cuyos precios de venta se ven incrementados en un elevado porcentaje, lo que hace que sus ventas sean cada vez más residuales y dejen de ser rentables para los fabricantes. El último de ellos que ya ha dado síntomas de esta tendencia ha sido Renault, que abandonará el sector de los pequeños vehículos urbanos y no sustituirá el actual Twingo, según ha anunciado el consejero delegado del grupo, Luca de Meo.
Se trata del último signo de una tendencia en el mercado europeo, en el que los fabricantes no consiguen hacer rentable la producción de vehículos pequeños poco demandados. En una entrevista con la publicación digital Challenges que recoge Efe, De Meo señala que la salida de Daimler de la empresa conjunta que produce los modelos Twingo y Smart hace que no sean capaces de garantizar la rentabilidad por sí solos.
El ahora máximo ejecutivo de Renault culpa a las normas europeas contra la contaminación, que, según él, llevan a la situación "un poco absurda" de que "es muy difícil rentabilizar un modelo de gasolina de 3,60 metros de longitud". "Es una pena abandonar este tipo de vehículos, pero los pequeños vehículos térmicos van a desaparecer a causa de las reglas del juego", añade el directivo italiano.
La tendencia hacia el final de estos pequeños vehículos urbanos en Europa puede reforzarse si las también francesas Peugeot y Citroën no sustituyen los 108 y C1 que producían junto con la japonesa Toyota en Kolin (República Checa). Los dos modelos franceses dejarán de fabricarse este año y no se han desvelado planes para su sustitución.
Mientras tanto, la planta de Kolin ha pasado al control único de Toyota, que produce el pequeño Aygo y durante 2021 pasará a fabricar también el Yaris, de un segmento superior. Y la fábrica de Hombach (Francia) donde Daimler producía el Smart (la versión gemela del Twingo), ha pasado este mes formalmente bajo control del grupo británico químico Ineos, que producirá allí el Grenadier, un 4x4 de gran tamaño a partir de 2022.
Ford ya retiró en 2019 de su oferta europea su modelo más pequeño, el Ka+, debido a la dificultad de rentabilizar un vehículo de bajo precio y reducido volumen de producción. Una situación que va a ir poco a poco produciéndose en muchos otros fabricantes si no hay un cambio de normativa que favorezca de alguna manera a este tipo de modelos que durante décadas han poblado las grandes ciudades.
Precio bajo
Sus bajos precios de adquisición, sus mínimas economías de consumo y sus reducidas dimensiones los hacían modelos muy demandados para moverse con facilidad en el tráfico urbano. Pero la cada vez mayor presión por reducir emisiones va a reconvertir estos modelos de combustión en pequeños utilitarios eléctricos, pero a corto plazo con unos precios muy superiores a los de aquellos.
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