Economía

El empleo cae en el cuarto trimestre por primera vez desde 2017 y el paro vuelve a superar los 3 millones

Se destruyeron 81.900 puestos de trabajo en el último trimestre y España cerró el año con la menor creación de empleo anual desde 2013 si se descuenta el 2020, muy marcado por la pandemia

España destruyó 81.900 empleos en el cuarto trimestre de 2022 respecto al trimestre anterior (algo que no ocurría en este trimestre desde 2017) y el paro creció en 43.800 personas (algo que tampoco pasaba desde el mismo año), según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De hecho, son los peores resultados en un cuarto trimestre desde 2012 (en el caso del paro) y 2013 (en la ocupación); es decir, desde el final de la crisis financiera.

Como ya ocurrió en verano, el sector público 'tiró del carro' en el cuarto trimestre, con un incremento de la ocupación en 20.000 personas, frente a la destrucción de 101.900 puestos de trabajo en el sector privado. Por sectores, la ocupación sólo aumentó en la Agricultura (24.200 ocupados más), mientras que bajó en los Servicios (70.100 menos), en la Construcción (–28.000) y en la Industria (–8.000).

Con este último trimestre, el año cerró con 20,46 millones de ocupados (278.900 más que en 2021), mientras que el paro se se situó en los 3,02 millones (79.900 personas menos que el año pasado).

De esta forma, salvando el 2020 (cuando se destruyeron 622.600 empleos respecto al 2019 por la pandemia), es el menor crecimiento del empleo en un año desde 2013. En 2021, por ejemplo, se crearon 840.700 puestos de trabajo, siendo éste el mayor incremento en 16 años. Exceptuando el 2020 (cuando el desempleo se disparó en más de medio millón de personas), también es el menor descenso del paro en un año desde 2012.

Además, en la recta final del año el paro volvió a superar la barrera de los 3 millones, que había logrado bajar en el segundo trimestre de 2022. El mercado laboral sufrió un frenazo ya en el tercer trimestre, con un aumento de la ocupación de apenas 77.700 personas respecto al trimestre anterior y un crecimiento del paro en 60.800 personas (algo excepcional en verano). Aún así, la cifra de parados seguía estando por debajo de los tres millones.

Tras este mal resultado del cuarto trimestre la tasa de paro cerró el 2022 en el 12,87%, lo que supone 21 centésimas más que en el trimestre anterior y 45 centésimas menos que en diciembre de 2021. Esta tasa se ha visto afectada por el incremento de la población activa hasta los 23,48 millones. En todo caso, es la más baja en un cuarto trimestre desde 2007.

En la primera mitad del año 2022, el empleo se comportó bien, lo que mejoró la posición del mercado laboral a cierre de año respecto al 2021. El segundo trimestre fue especialmente positivo, con la creación de 383.000 puestos de trabajo; mientras que en el primero se destruyeron 100.000 empleos (en línea con lo que suele ocurrir en este trimestre, cuando tradicionalmente el empleo desciende respecto al último periodo del año anterior).  

Los datos más positivos se localizan en la contratación, pues el empleo indefinido a lo largo del 2022 aumentó en 1,59 millones de personas, mientras que el temporal se redujo en 1,19 millones. Como consecuencia, la tasa de temporalidad disminuyó 2,25 puntos, hasta el 17,93%, la más baja de la serie histórica.

En este sentido, desde el Ministerio de Asuntos Económicos que dirige Nadia Calviño celebran los datos de la EPA y destacan que "el cambio estructural en el mercado de trabajo tras la reforma laboral: la contratación indefinida registra un nuevo máximo histórico (14,3 millones de trabajadores) y la tasa de temporalidad se ha reducido más de 7 puntos en 2022 y se sitúa en el mínimo del 17,9%, cifra que nos acerca a la media europea".

La polémica de los fijos discontinuos

En cuanto a la polémica sobre los fijos discontinuos por no contabilizarse como parados por el Ministerio de Trabajo, el INE sí los cuantifica como parados en determinados casos pero no se desglosan, en línea con la metodología de la OIT y Eurostat. A los fijos discontinuos que no hayan trabajado en la semana de referencia (en ese o en otro empleo) y no realicen regularmente tareas relacionadas con su empleo, se les consideran ‘no ocupados’.

Luego, clasificarle como ‘parado’ o ‘inactivo’ se establece en función de las respuestas a las preguntas EPA sobre búsqueda activa de empleo y sobre disponibilidad para incorporarse a un trabajo en caso de encontrarlo. Es decir, a través de la EPA tampoco podemos saber cuántos parados son fijos discontinuos, aunque sí se contabilizan como tal en determinados casos.

No obstante, desde el sindicato USO hacen una aproximación con la diferencia existente entre la variación del paro registrado por Trabajo y el de la EPA. “Los datos se desvían bastante del paro registrado, que reflejó bajada en los tres meses que cubre esta EPA –octubre, noviembre y diciembre-, sumando un total de 104.266 parados menos, que nada tienen que ver con los 43.800 que dice la EPA que hay de más”, compara Joaquín Pérez, secretario general de USO.

El dirigente de USO recuerda que “la EPA siempre se ha considerado más fiable por reflejar de verdad la que gente que no tiene trabajo, se registre o no en el SEPE. Y lo que está claro es que las personas que tengan contratos en vigor pero no estén trabajando, como ocurre con el boom de los fijos discontinuos, no se sienten activos porque la realidad es que no lo están. De ahí que esta EPA sea tan importante, ya que demuestra lo que el paro registrado oculta: hay menos empleo y peor”.

El dato que la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística sí da desglosado es el de aquellos fijos discontinuos que están empleados, que a cierre de 2022 eran 594.200, de un total de indefinidos de 14,25 millones.

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