El sector público ha crecido cuatro veces más que el privado durante los últimos tres años, con la pandemia azotando a las empresas y obligando a reforzar las administraciones públicas. En el primer trimestre de este año se han registrado 16,6 millones de ocupados en el sector privado y 3,47 millones en el público. Y aunque en los dos sectores se han producido caídas en el empleo respecto al último trimestre de 2021, como tradicionalmente ocurre en los primeros meses del año, estas cifras son positivas si se comparan con 2019 puesto que en los dos sectores se han recuperado los niveles prepandemia (el sector privado no lo había logrado hasta ahora).
Sin embargo, el incremento respecto al empleo existente en el primer trimestre de 2019 es muy superior en el sector público, cuadruplica el experimentado en el privado. Mientras que este último cuenta con un 2% más de ocupados que en el primer trimestre de 2019, el aumento en el empleo público durante este periodo alcanza el 8%. No obstante, puesto que el peso del sector privado es mayor, en términos absolutos sí ha crecido más el sector privado, con 359.100 trabajadores más que en 2019 (frente a los 254.600 adicionales en el público).
De esta forma, aún está presente el impacto de la contratación récord experimentada en el sector público durante la pandemia, especialmente en el área sanitaria. No obstante, durante el último año, con el fin del estado de alarma y las restricciones, el sector privado ha tomado la delantera al público en lo que a crecimiento se refiere (con un avance del 5% en el sector público respecto al primer trimestre de 2021 frente al 2% en el privado), pero si se compara con los niveles precovid (primer trimestre de 2019), aún no ha logrado superar ese incremento en términos relativos o proporcionales.
El sector privado no recupera las horas trabajadas
Además, aunque el sector privado ha recuperado (y superado) el nivel de ocupados previo a la pandemia, no ha ocurrido lo mismo con las horas efectivas trabajadas. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE), los asalariados del sector privado todavía trabajaron 3,4 millones de horas menos a la semana (-0,8%) que en el primer trimestre de 2019, mientras que en el público se registraron 4,1 millones de horas más (+4%) que en el mismo periodo justo antes del coronavirus.
En cualquier caso, en términos generales el número de horas trabajadas sí ha superado ya los niveles precovid, con un total de 646,8 millones de horas registradas en el primer trimestre del año, un 1% más que en el mismo trimestre de 2019 (cuando se contabilizaron 638,5 millones de horas trabajadas efectivas a la semana). De esta forma, en el primer trimestre de este año se superaron por primera vez durante la pandemia las horas trabajadas que había antes de la crisis sanitaria.
El dato de las horas trabajadas era el que más aparejado iba al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en los últimos trimestres, puesto que aunque la ocupación crecía notablemente por encima de la actividad, tanto el PIB como las horas trabajadas se situaban a cierre de 2021 un 4% por debajo de los niveles precrisis. Sin embargo, el hecho de que este indicador ya se haya recuperado en el primer trimestre de este año mientras el PIB aún se sitúa 3,4 puntos por debajo indica una pérdida de la productividad. La recuperación total no llegará, según los expertos y el propio Gobierno, hasta 2023.
Asimismo, durante los últimos meses los economistas han planteado otras hipótesis que explicarían este desacople entre el empleo y el PIB, como los colapsos en las cadenas de producción, el exceso de optimismo por parte de las empresas en la contratación y reincorporación de los ERTE, la creación de empleo en sectores con poca productividad, la incertidumbre de las familias y su impacto en el consumo y el ahorro, o la lenta recuperación del turismo internacional.
En todo caso, el primer trimestre de 2022 concluyó con datos menos favorables para el mercado laboral de lo que esperaba el Gobierno. Entre enero y marzo se destruyeron más de 100.000 empleos, con el tradicional frenazo en este trimestre respecto al anterior. De esta forma, el número total de ocupados se sitúa en los 20,08 millones y el de parados, en 3,17 millones. Unas cifras que si bien no son negativas, se ven empañadas por el fin de la tendencia positiva iniciada hace meses y justo en la entrada de la reforma laboral, de la que el Gobierno saca pecho.
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