El Gobierno ha dicho en varias ocasiones que no quiere tocar el IRPF y el IVA para hacer el ajuste de 5.500 millones que reclama Bruselas. Sin embargo, desde el mundo económico no paran de enviar mensajes al Ejecutivo advirtiéndole de la conveniencia de subir el tributo que grava el consumo para aumentar realmente la recaudación y cumplir las exigencias de las autoridades comunitarias. El último en subirse al carro ha sido el Círculo de Empresarios, que quiere evitar a toda costa que el ajuste recaiga en el Impuesto de Sociedades.
Lo cierto es que los dos Gobiernos que han pasado por La Moncloa durante estos años han recurrido al IVA para reducir el déficit. El primero en hacerlo fue el presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, que subió el tipo general del 16% al 18% durante el verano de 2010, cuando admitió finalmente la crisis y tuvo que tomar medidas muy duras para contener el desfase de las cuentas. El tipo reducido pasó del 7% al 8% y el superreducido se quedó en el 4%.
Justo dos años después, el Gobierno presidido por Mariano Rajoy también subió el IVA cuando España vivió otro de los momentos más duros de la crisis, poco después de pedir el rescate bancario y con la prima de riesgo totalmente disparada. Para cumplir las duras exigencias de Bruselas en ese momento, el Ejecutivo subió el tipo general del 18% al 21% y el reducido del 8% al 10%. Y, como hizo el PSOE en su día, dejó el superreducido en el 4%.
La Comisión Europea lleva tiempo reclamando a España cambios en este impuesto
Ahora que las cuentas vuelven a estar desbocadas, cada vez coge más fuerza la posibilidad de una tercera subida de IVA. El equipo económico de Rajoy niega rotundamente esta posibilidad, pero cada vez son más las voces que piden cambios en este sentido. Bruselas lo lleva reclamando desde hace tiempo y lo hizo una vez más hace solo unos meses en las recomendaciones fiscales, cuando canceló la multa a España. Es cierto, que no pedía una subida del impuesto en sí, sino cambios en su estructura, lo que puede significar una reasignación de la cesta de productos que se gravan a un tipo y a otro.
Hace solo una semana, tal y como publicamos en Vozpópuli, la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) alimentó un poco más esta idea al decir que tocar Sociedades y los Impuestos Especiales, que es lo que admite de momento el Gobierno, no será suficiente. A su parecer, el IVA, guste o no guste, es la mejor opción porque es un impuesto que genera mucha recaudación y cualquier cambio en su estructura o en sus tipos puede generar un aumento rápido de los ingresos.
Los empresarios quieren cambios
Y ahora se ha sumado al carro el Círculo de Empresarios, que tampoco pide una subida en sí del impuesto, pero sí sugiere que se simplifique su diseño y que se reasignen los bienes sujetos al tipo general y reducido siguiendo el esquema mayoritario de los países de la UE, que tienen menos tipos que España. De hecho, los empresarios recuerdan que España es uno de los cinco países de la UE con tipo superreducido, junto a Francia, Luxemburgo, Italia e Irlanda.
Además, la mayoría de los bienes y productos no están sujetos al tipo general del 21%, como el consumo de bebidas alcohólicas en bares y cafeterías, o la venta de bebidas gaseosas y zumos. Incluso va un poco más allá y pone como ejemplo a Austria, un país con tipos similares, pero que recauda bastante más. ¿Por qué? Porque solo tiene un tipo reducido del 10% y porque la mayoría de productos se gravan al tipo general del 20%. Esto hace que el país recaude un 7,7% por IVA, frente al 6,5% de España, según los últimos datos de Eurostat.
España es el segundo país de la UE que menos recauda por este impuesto
De hecho, España es el segundo país que menos recauda por IVA, sólo por delante de Italia (6,3%). En la zona euro la media es del 6,8% y en el conjunto de la UE, del 7%. Y es que, según Bruselas, España pierde el 59% de recaudación del IVA por tipos reducidos y las exenciones que tiene el impuesto. Pero lo cierto es que no solo recauda poco por IVA, también por otras figuras. Por eso, la presión fiscal (impuestos y cotizaciones) se situó en 2015 en el 34,6% del PIB, siete puntos por debajo de la media de la zona euro (41,4%).
Lo que los empresarios quieren evitar a toda costa es que el Gobierno vuelva a cargar el peso del ajuste en el Impuesto de Sociedades, como parece que ocurrirá. De hecho, reclaman un tipo único para esta figura del 20%, considerablemente más bajo que el que hay ahora. A su parecer, las exenciones y deducciones del impuesto que benefician a las grandes empresas y que quiere retocar el Gobierno, no tienen tanto peso en la recaudación. En total suman casi 4.000 millones.
La CEOE también está totalmente en contra del cambio en Sociedades que negocia el PP con el resto de partidos. Además, recuerdan que las grandes empresas ya han asumido prácticamente todo el peso del ajuste en 2016, con la recuperación del mínimo obligatorio en los pagos fraccionados que pagan a Hacienda. Una medida que, además, se va a mantener al menos hasta que el déficit baje del 3% o que incluso puede quedarse para siempre.
La OCDE también se suma a la presión
Pero no solo los empresarios están aumentando la presión sobre el Gobierno, también los organismos internacionales. La OCDE publicó ayer la actualización de sus previsiones económicas en un informe en el que también sugiere retoques en el IVA, dado el impacto que tienen en la recaudación las exenciones y la existencia de los tipos reducidos. En concreto, el organismo recomienda una reducción de los beneficios del impuesto que afectan a los hogares con ingresos más altos.
Así que la presión está llegando al Gobierno por varios frentes. Lo interesante será saber si surte o no efecto. Eso sí, sacar adelante una medida así en el Parlamento será otro cantar. Los principales grupos políticos como PSOE, Ciudadanos o Podemos se han manifestado totalmente en contra de una subida de IVA, aunque no hay que olvidar que la formación naranja defendía la reclasificación de productos hace no mucho tiempo.
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