El sector empresarial en el Reino Unido se encuentra en la cuerda floja ante la falta de concreción de cómo se resolverá finalmente el brexit, una incertidumbre que ha empujado al gigante aeroespacial Airbus a sumarse al goteo de empresas que se plantean abandonar el país.
La compañía europea, que genera en suelo británico unos 6.000 millones de libras (unos 6.900 millones de euros) de facturación al año, advirtió este jueves de que si se produce una salida de la Unión Europea (UE) no negociada podría trasladar su actividad a otros países.
El presidente, Tom Enders, aseguró que la situación actual de incertidumbre ha llevado al sector aeroespacial británico "al borde del precipicio".
"El brexit está amenazando con destruir un siglo de desarrollo asentado en la educación, la investigación y el capital humano", agregó en un comunicado difundido este jueves.
Si la salida del Reino Unido se llevara a cabo sin acuerdo Airbus "potencialmente tendría que tomar decisiones muy perjudiciales para el Reino Unido"
Por eso, si la salida del Reino Unido se llevara a cabo sin acuerdo Airbus "potencialmente tendría que tomar decisiones muy perjudiciales para el Reino Unido".
Unas decisiones que ya han adoptado otras empresas como la japonesa Sony, que informó de que va a trasladar su principal sede europea desde el Reino Unido hasta Holanda, o la británica Dyson, que adelantó que moverá sus oficinas centrales a Singapur.
Más presión para May
Unos acontecimientos que no hacen sino sumar presión a la primera ministra británica, Theresa May, que hoy se reunió con los principales líderes sindicales del país para tratar de recabar apoyos a sus planes para ejecutar el "divorcio" con el bloque comunitario.
La 'premier' recibió en su residencia oficial de Downing Street a la secretaria general de la confederación británica de sindicatos TUC, Frances O'Grady; al líder de Unite -el mayor sindicato británico-, Len McCluskey; al de Unison, Dave Prentis; y al de GMB, Tim Roache.
Todos ellos coincidieron en exigir a la jefa de Gobierno que levante de la mesa la posibilidad de una salida sin acuerdo, algo que se producirá automáticamente el próximo 29 de marzo, si el Parlamento no ha logrado aprobar un pacto o si no se prorroga el artículo 50 del Tratado de Lisboa.
En virtud de ese texto, el 29 de marzo de 2017 dieron comienzo los dos años de negociaciones entre ambos bloques que culminarán en la misma fecha de 2019 con la materialización del brexit.
Según Prentis, salir de la UE sin acuerdo sería "catastrófico para la economía, para los servicios públicos y para todos que aquellos que trabajan en escuelas, hospitales, ayuntamientos y cuerpos policiales".
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