La estabilidad vuelve paulatinamente a los puertos españoles a medida que las empresas estibadoras firman acuerdos con los sindicatos por los que se comprometen a subrogarse los trabajadores del sector. Sin embargo, la situación de normalidad es sólo aparente. En privado, las compañías operadoras de los puertos denuncian que están firmando los acuerdos bajo coacción, toda vez que sólo están llevando a cabo los paros laborales convocados por aquellos estibadores que dan servicio a empresas que han decidido no rubricar el acuerdo. Ante la debilidad mostrada por la patronal Anesco, en pleno proceso de descomposición, las compañías han reclamado la atención y el apoyo de los lobbys europeos del sector.
El fracaso de las negociaciones con Anesco llevó a los sindicatos a tratar directamente con las empresas los aspectos de la negociación colectiva relacionados con el nuevo marco normativo que establece el Real Decreto-Ley aprobado recientemente por el Gobierno y con el que se pretende cumplir con la sentencia de los tribunales europeos de diciembre de 2014.
Durante las últimas horas, varias empresas del sector han llegado a acuerdos con los sindicatos, especialmente en el punto fundamental de sus reivindicaciones: la subrogación de los trabajadores que hasta entonces pertenecían a las Sagep, que eran las únicas capacitadas para ceder estibadores a las empresas en el antiguo sistema. El Real Decreto-Ley contempla su progresiva desaparición, por lo que los sindicatos han reclamado desde el principio de este proceso que las empresas garanticen la estabilidad del empleo asumiendo en sus plantillas a los trabajadores del sector.
El hecho de que durante las dos últimas jornadas de huelga los paros hayan sido secundados por apenas un cuarto de los estibadores tiene que ver precisamente con los mencionados acuerdos. Aquellas empresas que han firmado se han visto recompensadas con la vuelta a la actividad de los estibadores, mientras que las que han rehusado a hacerlo han comprobado cómo el escenario no variaba en relación con lo sucedido durante la pasada semana.
Aquellas empresas que han firmado se han visto recompensadas con la vuelta a la actividad de los estibadores, mientras que las que han rehusado a hacerlo han comprobado cómo el escenario no variaba
Aunque pudiera parecer lo contrario, el problema no está resuelto. La mayoría de los operadores portuarios que han pactado con los sindicatos (muchos de los cuales operan en los principales puertos del país) admiten en privado que la firma ha llegado bajo la amenaza de castigarles con más días de huelga.
Las compañías estibadoras consideran que los acuerdos con los sindicatos van en contra de la normativa aprobada por el Gobierno y convalidada en el Parlamento y que hacen que, en realidad, los efectos de la reforma apenas sean perceptibles, toda vez que encarecen de forma notable la posibilidad de acudir al mercado libre en busca de nuevos trabajadores.
Esta circunstancia ha evidenciado aún más la fractura en la patronal Anesco entre grandes grupos y pequeñas empresas, dado que los primeros han firmado de forma mayoritaria los acuerdos con los sindicatos mientras que los pequeños y medianos han optado por no hacerlo.
Ante esta situación y la falta de iniciativa del Gobierno que han detectado las empresas, su próximo paso ha sido lanzar un mensaje de socorro a las patronales europeas, especialmente a Ecasba, que forma parte de la internacional Fonasba, y cuya misión es, precisamente, establecer fluidas relaciones con las autoridades de la Unión Europea.
Ante la falta de iniciativa del Gobierno que han detectado las empresas, su próximo paso ha sido lanzar un mensaje de socorro a las patronales europeas, especialmente a Ecasba
La intención es llamar la atención del Ejecutivo comunitario para que vigilen especialmente la reforma del sistema de la estiba en España y comprueben las incidencias que se están produciendo.
Como informó Vozpópuli, la comisaria europea de Transportes, Violeta Bulc, aseguró a los sindicatos que Bruselas estaría especialmente pendiente de este proceso y su implantación. Las grandes compañías han optado por claudicar en principio ante los sindicatos para evitar males mayores y que las pérdidas provocadas por las huelgas de los últimos días vayan en aumento. Pero no están dispuestas a quedarse con los brazos cruzados ante esta situación.
En este sentido, PIPE, la plataforma de grandes inversores en los puertos españoles, emitió ayer un comunicado denunciando la situación e instando al Gobierno a tomar medidas.
La situación actual se asemeja mucho a la que las compañías denunciaron a comienzos del presente año, cuando aún no se habían aprobado los Decretos. Por entonces, los sindicatos estaban proponiendo acuerdos de subrogación a las compañías de forma que aquéllas que no firmaban se encontraban con una notable reducción en la producción. En este caso, Anesco estuvo a punto de firmar un acuerdo colectivo para poner fin a esta situación. Sin embargo, el Gobierno instó a la patronal a no hacerlo porque tenía prácticamente ultimado el primero de los Decretos (que fue posteriormente derogado por el Parlamento). Cinco meses, dos Decretos con sus sendos debates parlamentarios, y cerca de 200 millones de euros de pérdidas después, el sector ha vuelto al punto de partida.
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