La guerra en Oriente Medio se recrudece día tras día, especialmente tras la entrada en juego de Líbano e Irán. En un mundo tan conectado como este, las consecuencias afectan a nivel global. Concretamente, para las empresas españolas hay 3.500 millones de euros en juego con la escalada del conflicto, por los intercambios comerciales que se realizan entre España con Líbano, Irán, Israel y Cisjordania/Franja de Gaza, los países más involucrados hasta ahora en el conflicto.
En 2023 se realizaron intercambios comerciales con esos cuatro países por un valor total de 3.559.971 millones de euros. De ellos, 2.429 se corresponden con exportaciones que España realiza a cualquiera de esos territorios y 1.130 con importaciones que llegan a nuestro país, según los datos que publica regularmente la Secretaría de Estado de Comercio, consultados y analizados por Vozpópuli.
En años anteriores, la cifra del total del comercio exterior ha sido similar: 3.053 M en 2019; 2.700 M en 2020; 3.321 M en 2021; y 4.025 M en 2022. En lo que llevamos de 2024, se han alcanzado un total de 1.304 millones, por lo que este año terminará muy por debajo de la media. Como se puede consultar en el siguiente gráfico, en el último período, el año que más intercambios comerciales se realizaron entre España y estos cuatro países de Oriente Próximo fue el 2022, cuando se superaron los 4.000 millones.
Aunque no son en absoluto nuestros principales socios comerciales, el conflicto sí podría suponer un golpe para nuestra economía y para nuestras empresas, especialmente para el sector petrolero, como ya explicó Juan T. Delgado en este periódico. Pedro Sánchez ha marcado una hoja de ruta para la economía española con el objetivo de buscar el retroceso de la inflación. En esa previsión, la evolución de los precios energéticos es clave, y ahora "el polvorín de Israel amenaza con trastocar los planes del líder socialista".
Los intercambios comerciales con los países de Oriente Medio
La relación comercial entre España y Oriente Medio es distinta en función del país, pues con unos tiene más lazos que con otros. Como es de esperar, el país con el que más intercambios se realizan es Israel, hasta alcanzar un total de 2.880 millones en 2023 entre exportaciones e importaciones (1.906 M fueron de productos exportados allí y 973 M fueron importados). Es decir, que el país de Benjamín Netanyahu acapara el 82% del comercio de España con los países de esa conflictiva zona.
Ninguno de los otros tres países alcanzan ni siquiera los 500 millones anuales en intercambios. De ellos, el más importante es el Líbano, con el que en total España ha alcanzado 347 millones de euros en comercio. En segundo puesto se encuentra Irán, hasta llegar a un total de 308 millones en 2023. Y por último, con una cantidad ínfima, se encuentra Cisjordania, con tan solo 23 millones en total.
¿Qué productos están en juego?
Al igual que no todos los países se relacionan de la misma manera con España, tampoco se ven afectados igual los productos. Por ejemplo, la reducción de los intercambios con Israel afectará principalmente a las materias plásticas y sus manufacturas y a los productos farmacéuticos, ya que en 2023 se realizaron exportaciones por valor de 65 y 60 millones respectivamente. Curiosamente, lo que más importamos también son materias plásticas, hasta los 100 M, y productos químicos orgánicos.
Con Irán intercambiamos también productos farmacéuticos como exportaciones (casi 28 M en 2023) y compramos allí café, té, yerba mate y especias (37 M). Por su parte, con Líbano España realiza exportaciones de combustible y aceite mineral, por un valor de 45 millones, e importamos productos químicos inorgánicos, por 5 millones. El caso de Gaza es, evidentemente, el menos representativo, ya que los intercambios comerciales con él son casi ínfimos. Lo más destacado son las exportaciones de cereales, por 1 millón de euros en 2023, y las importaciones de frutas, por tan sólo 283.000 euros.
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