Desde la pasada reunión del BCE celebrada en diciembre, el euro ha sufrido un fuerte incremento, que ha comenzado a preocupar a los inversores y empresas. Esa subida le ha llevado a situarse por encima de los 1,25 dólares, un nivel que no se veía desde noviembre de 2014 y que podría ocasionar a algún problema a la economía, de seguir así.
El pasado jueves, Mario Draghi, el presidente del BCE, tuvo que salir a dar la cara e intentar calmar al euro. No lo consiguió, pero la predisposición del banquero es más que suficiente para entender que no es un tema baladí.
En su reconoció que vigilaría las consecuencias que la fortaleza del euro tiene en los precios.
El euro subió ese día a máximos de noviembre de 2014 por el temor a una guerra comercial por el proteccionismo de EE.UU. y por posiciones especulativas antes de la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), según expone AFEX en un informe.
Este nivel supone ya una revalorización del 3% sólo en lo que va de año. Este repunte se suma al 'rally' próximo al 14% que registró en el conjunto de 2017, su mayor avance anual desde 2003.
Este escenario beneficia enormemente a las exportaciones de Estados Unidos. Las hace más atractiva, pero como contraposición dificulta las importaciones. Las grandes beneficiadas son las empresas del Dow Jones y del S&P 500.
En concreto, un euro fuerte beneficia a todas las compañías que compran sus componentes o materias primas en dólares, porque así se puede comprar más barato y perjudica a las empresas con negocio en EE.UU. porque al facturar en dolares al repatriarlo ganan mucho menos.
No obstante, el más perjudicado sería el PIB español porque las importaciones serían mayores a las exportaciones y eso se traduce en dinero europeo que sale a Estados Unidos.
Bancos, acereras, constructoras... las afectadas
Entre las empresas españolas que más exposición tienen en Estados Unidos destacan algunas constructoras, acereras, bancos y empresas de energía.
ACS y Ferrovial son dos compañías que tienen muchos proyectos abiertos en el país. Diferentes tramos de autopistas y otras construcciones que se podrían ver afectadas por esta fortaleza.
Acciona, Siemens Gamesa e Iberdrola son las compañías eléctricas españolas con más exposición. EE.UU representa la mayor inversión de Acciona en energía renovable fuera de España con más de mil millones de dólares invertidos en 621,5 megavatios de capacidad instalada en energía eólica y otros 64 en energía termo solar. Acciona Agua también está presente en el país desarrollando actividades de desalación.
Siemens Gamesa cerró el pasado año con siete nuevos pedidos en Estados Unidos, por un total de 318 megavatios. Tiene más de 150 parques repartidos en los 32 estados del país y genera energía suficiente para más de cinco millones de hogares.
Iberdrola opera en Estados Unidos desde finales de 2015 a través de su filial Avangrid, que suma 31.000 millones de dólares en activos e instalaciones en un total de 27 estados.
Por otra parte, los dos principales bancos de España también se pueden ver perjudicados por esta situación, ya que el 5% del beneficio del Santander viene del país y el 10,3% del beneficio atribuido de BBVA depende de Estados Unidos.
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