Una de cada tres empresas españolas subirá los precios para proteger sus márgenes ante la escalada de la inflación. Desde hace meses, esta es una de las principales preocupaciones de las compañías, que siguen previendo un aumento en los costes de las materias primas, la energía y la mano de obra durante los próximos meses.
El IPC se disparó hasta el 5,4% en octubre, su nivel más alto en casi tres décadas, fundamentalmente por el encarecimiento de la electricidad. La factura de la luz se empezó a descontrolar en el mes de abril y afronta el cierre del año con tarifas desorbitadas.
En este contexto, el 34% de las empresas (tanto manufactureras como de servicios) subirá los precios al cliente para mantener beneficios y no truncar la recuperación esperada tras la pandemia; frente a un 4% que espera bajarlos y otro 62% que los mantendrá intactos, según los datos proporcionados por IHS Markit a Vozpópuli.
Es decir, que las empresas que admiten su intención de subir los precios superan en un 30% a las que quieren bajarlos (saldo neto). De hecho, si se desglosa por tipo de empresa, esta tendencia destaca sobre todo entre los fabricantes (con un saldo neto de +47% de las empresas), afectados también por los cuellos de botella y la escasez de suministros.
"Existe una fuerte expectativa de que los costes se trasladen a los clientes para proteger los márgenes y recuperar las pérdidas registradas durante la pandemia", detallan los expertos de la consultora en el último informe de perspectivas empresariales en España, publicado este lunes, elaborado con datos recogidos entre el 11 y el 26 de octubre.
La diferencia entre los empresarios (tanto manufactureros como de servicios) que esperan subir los precios cobrados al cliente y los que esperan bajarlos ha crecido doce puntos porcentuales en cuatro meses, desde el 18% registrado en junio, en plena subida de la luz. En este sentido, IHS Markit apunta que el incremento supone un "récord" en la serie.
Blindan su recuperación con los precios
En términos generales, las empresas esperan una mejora de sus beneficios en los próximos doce meses. No obstante, desde IHS Markit aclaran que este optimismo sobre sus cuentas de resultados se ha rebajado respecto al análisis realizado en junio y que en el caso únicamente de las fábricas, que sufren también la crisis de suministros en su producción, se prevé más bien una contracción.
"A pesar de los esfuerzos para subir los precios y hacer frente al aumento de costes, es probable que las ganancias se vean sometidas a cierta presión y caigan en el sector manufacturero, donde las presiones inflacionistas siguen siendo especialmente agudas dados los desafíos en las cadenas de suministro", explican a este periódico.
En línea con la tendencia global, la confianza empresarial de las empresas del sector privado español disminuyó durante el mes de octubre, "aunque se mantuvo históricamente alta", por encima incluso de las medias en Europa y en el mundo. En los dos grandes sectores se percibe que la recuperación económica tras la pandemia seguirá en marcha gracias, en otras cosas, a los fondos europeos.
En cuanto a las ventas, las compañías creen que "deberían seguir recuperándose, con la previsión de que mejore la demanda de los clientes nacionales y, con la esperada reducción de las restricciones a los viajes internacionales, también se espera que aumenten los clientes extranjeros", detalla el informe.
"Aunque han disminuido desde junio, las empresas siguen confiando en que la recuperación de la covid-19 se mantendrá durante los próximos doce meses. Las ventas y la actividad deberían seguir aumentando y apoyar la rentabilidad de las empresas. Sin embargo, persiste la preocupación por los retos logísticos y de suministro", sentencia Paul Smith, economista de IHS Markit.