Economía

Empresas y trabajadores presionan al Gobierno para que intervenga en la negociación de la estiba

El Ejecutivo insiste en quedarse al margen de las negociaciones que mantienen patronal y sindicatos de la estiba para tratar de alcanzar un acuerdo con vistas a la reforma del sector. A la insistencia de los trabajadores para que forme parte de la mesa se han unido las compañías, que ven que las conversaciones seguirán estancadas si el Gobierno no da el paso.

Las empresas estibadoras se han plantado ante la estrategia del Gobierno de no participar en la negociación que están llevando a cabo con los sindicatos para acordar las condiciones de la reforma del sector, al margen del Real Decreto Ley que aún no ha sido convalidado por el Parlamento. Los operadores portuarios se han unido a los representantes de los trabajadores en su deseo de que el Ejecutivo participe de las conversaciones. El tiempo pasa sin acuerdo y su situación es cada vez más desesperada.

El problema es que el Gobierno está ofreciendo una serie de soluciones desde fuera de la negociación, como ha sido el caso de ayudas económicas a las empresas estibadoras para poder sufragar el coste de la subrogación de trabajadores que exigen los sindicatos. Pero, a la hora de abordar la negociación colectiva, el Ejecutivo se mantiene al margen, lo que ha provocado el recelo, hasta ahora, de los sindicatos, pero también empieza a producir la misma sensación en las empresas.

De esta forma, las compañías, descontentas en general con la gestión de la crisis de la estiba por parte del Gobierno, empiezan a sumarse a la presión para que se siente en la mesa de negociación y ratifique los acuerdos entre las partes. El tiempo es la principal medida de presión, toda vez que si no sale adelante la negociación colectiva, los partidos de la oposición impedirán la convalidación del Real Decreto Ley en el Parlamento, por lo que el próximo 24 marzo quedaría derogado.

Esta circunstancia abocaría a España a la multa con la que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea amenaza al Estado por no cumplir con la sentencia dictada por esta misma instancia en diciembre de 2014, que condenaba al Reino de España por el hecho de que el sistema de estiba vulneraba determinados principios de los Tratados de la Unión.

Una sanción que se iría por encima de los 22 millones de euros más una cantidad diaria de 134.000 euros diarios hasta que se aprobara la reforma de la estiba. 

Sin avances reseñables

La situación de las compañías también se complica por momentos, ya que la tensión en los puertos no ha desaparecido aunque los sindicatos hayan desconvocado ya cinco de las nueve jornadas de huelga que anunciaron para este mes de marzo. La mayoría de puertos continúan registrando índices de actividad por debajo de lo habitual y los casos de barcos que se desvían a puertos de otros países para evitar la incidencia se multiplican día a día.

Por el momento, el Ministerio de Fomento ha vuelto en las últimas horas a reiterar que no se incorporará a la mesa de negociación, que prosigue su trabajo aunque sin avances reseñables. Las últimas propuestas económicas llegadas desde el Ejecutivo no han variado de forma sustancial las posturas.

Entre otras cuestiones, el problema radica en que esos apoyos deben ser negociados con Bruselas para evitar que sean consideradas como ayudas ilegales de Estado. Algo que ya advirtió la comisaria europea de Transportes, Violeta Bluc, en su reciente visita a España.

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