Primavera de 2007. Colonial culmina la adquisición de Riofisa por la que paga la mareante cifra de 2.000 millones de euros. La mayoría aún no lo sabía pero estaba a punto de estallar la mayor burbuja inmobiliaria de la historia y sus efectos han dejado un paradójico recuerdo precisamente cuando se cumplen cinco años de la operación. A día de hoy, la suma de la capitalización bursátil de todas las inmobiliarias cotizadas se corresponde precisamente con la cantidad que la empresa entonces presidida por Luis Portillo puso sobre la mesa para comprar Riofisa, que no era ni mucho menos de las más grandes del sector.
Un lustro atrás, la suma de las capitalizaciones de las empresas inmobiliarias estaba muy próxima a los 32.300 millones de euros, por encima de lo que hoy en día vale en bolsa el BBVA. Por aquel entonces, dos compañías del sector presentaban una capitalización por encima de los 9.000 millones de euros: se trataba de la propia Colonial y de la antigua Astroc, en plena ascensión imparable de Enrique Bañuelos, precisamente en el año en que su nombre apareció por vez primera en la lista de grandes fortunas del mundo elaborada por la revista Forbes (de la que se ha convertido en un habitual).
Es decir, que cualquier de estas dos compañías valía por entonces casi cinco veces más que la suma de todas ellas a día de hoy. Hasta cinco empresas del sector presentaban una capitalización superior a los 1.500 millones de euros, seis si se incluyera a Martinsa-Fadesa, cuya cotización permanece suspendida desde el mes de julio de 2008, cuando su consejo de administración decidió acudir a los tribunales para presentar concurso de acreedores, una situación que la compañía está próxima a superar, cuando termine de resolverse la reclamación de dos fondos disconformes con el acuerdo.
Un líder insignificante
En cambio, con los precios de cierre del viernes, Metrovacesa es la primera inmobiliaria de España por capitalización bursátil aunque con un valor de 800 millones de euros. Cinco años atrás, tan sólo Inbesós (la actual Nyesa), Aisa (ahora Fergo Aisa) y Urbas contaban con un valor inferior al precio actual de Metrovacesa.
De manera más resumida, el valor bursátil de las empresas del sector ha descendido un 93% en estos cinco años, plagados de concursos de acreedores, quiebras, dimisiones y cambios en los consejos de administración y querellas ante los tribunales.
Con todo, la compra de Riofisa por parte de Colonial presentó un evidente sobreprecio por lo que la operación ha sido llevada a los tribunales por parte de los actuales gestores de la inmobiliaria con sede en Barcelona, en el marco de una acción social de responsabilidad contra el consejo que encabezó Portillo. En cualquier caso, las cifras no dejan lugar a las dudas sobre el impacto de la crisis en las inmobiliarias cotizadas.
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