Una colaboradora de Rato en el FMI, al frente de la gestora inmobiliaria pública

El Gobierno quiere optimizar el uso de terminados edificios públicos, especialmente aquéllos que se encuentran en la actualidad deshabitados. El anuncio, que realizó hace algunas semanas la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, hace que cobre un inusitado protagonismo la Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria, organismo que ha sido remozado con la llegada del nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy.

Al frente del mismo, el Gobierno ha situado a Alicia Díaz Zurro, que ya estuvo presente en cargos públicos durante la época de José María Aznar como presidente. Sin embargo, la trayectoria de Díaz Zurro destaca también por las labores que desempeñó en el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se incorporó en 2005, meses después de que  Rodrigo Rato fuera elegido como director gerente del organismo.

En concreto, Díaz Zurro fue asesora del Departamento de Finanzas Públicas y también de la Oficina de Presupuestos y Planificación del FMI. Antes había sido interventora general del Estado y directora financiera del Instituto Español de Comercio Exterior (Icex).  

Por el momento, el Ejecutivo no cuenta con planes concretos para llevar a cabo la anunciada reordenación de los edificios públicos, una medida que pretende contribuir a los planes de ajuste puestos en marcha por el Ejecutivo en las últimas semanas.

Optimizar la ocupación

Mientras, algunas administraciones autonómicas y municipales hace tiempo que contemplan la puesta en venta de algunos edificios de su propiedad para reducir la abultada deuda que acumulan. En algunos casos, las operaciones no han podido culminar debido a que las ofertas que han llegado por los inmuebles no han sido competitivas.

En principio, el anuncio realizado por Sáenz de Santamaría hacía hincapié en la mejor utilización de determinados inmuebles propiedad del Estado que se encuentran vacíos mientras que el Ejecutivo está invirtiendo una cantidad importante de dinero en alquileres.

Sin embargo, no se descarta la puesta a la venta de algunos de los inmuebles, por los que ya se han interesado algunos inversores, entre los que se encuentran fondos de inversión inmobiliaria europeos y también inversores procedentes de Oriente Medio.