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Credit Suisse avisa del riesgo de fuga de los March y posibles embargos a los accionistas de ACS

Los March podrían seguir reduciendo su participación en ACS y sus accionistas principales (básicamente, Florentino Pérez y los Albertos) sufrir importantes margin calls, es decir, exigencias de garantías adicionales por

Los March podrían seguir reduciendo su participación en ACS y sus accionistas principales (básicamente, Florentino Pérez y los Albertos) sufrir importantes margin calls, es decir, exigencias de garantías adicionales por los créditos concedidos para ampliar su participación en la constructora. Lo afirma sutilmente Credit Suisse en un informe conocido el viernes. No hace ni un mes que otro documento de la firma alertó de la insostenible situación financiera de la constructora y pocos días después la entidad presidida por Pérez se vio obligada a reducir su participación en Iberdrola y Abertis, en decisiones totalmente aceleradas que confirmaban la gravedad de la situación.

Ahora, Credit Suisse señala que, a pesar de que los March, principales accionistas de ACS, no están en situación apurada, “contemplamos el riesgo de reducción de Corporación Alba (el holding financiero de los millonarios)”. El año pasado, los inversores mallorquines colocaron un 5% de la constructora, lo que les permitió rebajar su ratio deuda sobre GAV (Gross Asset Value; el valor de mercado del holding).

Los analistas suizos avisaron que Iberdrola les estaba asfixiando y pocos días después ACS vendió una parte de su participación

Teniendo en cuenta que  Alba tiene una exposición casi total a España, "no sería descartable que los March quisieran diversificar", opinan en Credit. Hasta la fecha, los financieros han tenido una presencia estable en las compañías en las que han invertido y cuando han replegado, normalmente han liquidado la posición. Habrá que estar atentos en el futuro sobre su papel en la constructora, ya que es sabido que la entrada en Iberdrola no les agradó en absoluto. Pero hay más.

“Hay poca información sobre cómo han financiado otros accionistas su participación en ACS”, en relación clara a Pérez y los Abertos. Los actuales precios del valor “crean un riesgo de ventas potenciales, ya que podrían desencadenarse importantes margin calls”. Ambos accionistas han incrementado su participación en años recientes. El presidente ha presumido de hacerlo a crédito, como símbolo de confianza en la empresa. Los Albertos ampliaron capital en sus sociedades patrimoniales para crecer en ACS y Ence. Esta última también se ha desplomado en los últimos tiempos. 

Por el momento no hay información en los archivos de la CNMV sobre reducciones de participación. Lo cierto es que la compañía cae casi un 40% anual, muy presionada por especuladores bajitas, además. Desde principios de marzo hay varios brokers que han vendido en términos netos prácticamente el valor total de la compañía, según datos de Infobolsa. Espirito Santo, Societe Generale y Santander arrojan un saldo vendedor de ACS que ronda los 4.000 millones de euros. Credit Suisse ha vendido, pero no es de las más activas.

Lo avisaron en abril

La constructora que preside Florentino Pérez redujo su peso en la eléctrica poco después de que Credit alertara de lo insostenible de la inversión, en una decisión que debió doler en extremo al ejecutivo, ya que había hecho causa personal la entrada en el consejo y la posterior destitución de Ignacio Galán. Ambos ejecutivos mantienen posiciones enconadas, uno de ataque y el otro de defensa numantina. Como suele suceder en estos casos, no hay vencedor. Pérez ha debido capitular a pesar de que el Supremo le ha dado la razón en la conocida como 'enmienda Florentino', pero Galán contempla cómo su compañía pierde casi un 30% anual, causándole fuertes minusvalías a otros accionistas de referencia. 

Pero pocas semanas después de aquello, Credit Suisse ha vuelto a urgir a ACS a vender más iberdrolas y se desapalanque. El documento conocido ayer, titulado “Los activos restantes serán difíciles de vender”, hace hincapié en que “para ser más positivos en ACS, querríamos ver nuevas reducciones de peso en la participación de Iberdrola, un descenso del apalancamiento, más foco en el flujo de caja y un cambio en Hochtief”, empresa que controla accionarialmente pero no ejecutivamente.

Así, rebaja su precio objetivo de 13 a 11 euros, que otorga un 17% adicional de potencial bajista. ACS cotiza en el entorno de los 13,50 euros, con un valor de mercado de 4.200 millones. Credit indica que la entidad en la que figuran como accionistas de referencia los March y los Albertos, ocupa la posición 12 de 12 empresas del sector analizadas.

Tal vez el dato más revelador del estudio sea que “las pérdidas que ACS acumula en Iberdrola son de 5.500 millones de euros, más que la propia capitalización de la constructora”.

Eso ha provocado un “aparente cambio en la estrategia”: la batalla legal emprendida por Florentino Pérez para entrar en el consejo “no ha tenido éxito” y, en su opinión, “la venta del 3,69% de finales del pasado mes reduce la posibilidad de que ACS logre cierto control”.

Financiación incierta

La firma financiera suiza justifica la necesidad de la reducción con que “la financiación a largo plazo de la inversión en Iberdrola es incierta”. Para empezar, calculan una aportación adicional de 3.000 millones de euros en garantías por la caída de cotización de Iberdrola, con riesgos añadidos como el recorte de dividendo.

Y nadie asegura que la eléctrica no vaya a seguir cayendo. Si hace un mes, los analistas calculaban que a ACS le costaba en garantías 850 millones de euros cada euro que caía la entidad que preside Ignacio Galán, después de la desinversión la cifra se ha reducido, pero no demasiado: 325 millones cada medio euro.

De momento, la rentabilidad del 4,4% del dividendo permite el pago de intereses, pero un recorte provocaría la necesidad de nuevas aportaciones a los financiadores.

En cualquier caso, la deuda neta en este año ha caído en unos 1.300 millones de euros, unidas las operaciones de Iberdrola y Abertis, hasta 11.700 millones. Sin embargo, estas operaciones eran “relativamente fáciles”. Pero los activos restantes “son un desafío”. Este paquete, valorado en 7.000 millones. Los activos renovables, que suponen el 72%, son complicados de colocar, por la revisión de tarifa en España y su localización en países como Portugal, Grecia, Irlanda y, por supuesto, en nuestro país.    

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