El proceso de nacionalización encubierta que vivirá Bankia, con la entrada de José Ignacio Goirigolzarri, tendrá una derivada obligada: la reducción de activos (tamaño) del grupo. Las estimaciones de los analistas auguran una disminución que puede superar el 20%, lo que equivaldría a ventas y desinversiones por valor de cerca de 60.000 millones.
Estos primeros 'trozos' de Bankia estarían compuestos por las participaciones industriales del grupo, activos no financieros y paquetes de red del SIP, liderado por Caja Madrid. La venta de sucursales y del negocio ligado a ellas empieza ya a concitar el interés entre el resto de entidades, que ven una gran oportunidad de ganar cuota de mercado a costa de Bankia.
De hecho, algunos bancos ya han comenzado a moverse para estar bien posicionados en la venta de red de Bankia, especialmente en el área levantina y catalana. Desde el sector se reconoce que la salida al mercado de estos primeros trozos del banco que presidirá Goirigolzarri podría afectar, de alguna manera, al proceso de subasta de Catalunya Caixa.
Algunas entidades que tienen previsto acudir a la puja de la caja catalana, con poca opción de éxito ante la importante oferta que prepara el Santander, han comenzado a plantearse desaparecer de la subasta para concentrar sus esfuerzos en la compra de estos paquetes de sucursales. "Es una forma más barata y directa de crecer en el mercado catalán. El negocio de Bankia en Cataluña (sucursales de Caixa Laietana, Caja Madrid y Bancaja) está muy bien valorado y va a despertar mucho interés entre la competencia. Además, el precio va a ser otra derivada a tener en cuenta", explican fuentes del sector.
Esta reducción de activos puede incrementarse si Economía, en común acuerdo con Goirigolzarri, decide que Bankia debe ser nacionalizada. Esta vía podría reabrir la opción que anhela la gran banca de trocear totalmente una entidad que cuenta en la actualidad con 10 millones de clientes y un peso de activos de algo más de 305.000 millones. "La pelea se concentraría entonces por captar el negocio de la antigua Caja Madrid. Esa es la verdadera joya que quieren todos los grandes", explican desde un banco de inversión. "Además, viendo la influencia que han tenido Botín, FG y Fainé a lo largo del proceso, es difícil pensar que no saquen partido del futuro de Bankia", continúan.
Sin embargo, en el entorno de Goirgolzarri reconoce que el nuevo presidente del grupo BFA-Bankia (que será nombrado hoy en sendos consejos de BFA-Bankia) no está dispuesto a que se "deje en los huesos" al grupo. "La entidad tiene que reducir activos pero no quedarse en los huesos", explican desde su entorno.
El nuevo gestor de Bankia última con Economía el plan de saneamiento que se aplicará a la entidad para acabar con las dudas de su cartera inmobiliaria y que podría suponar una inyección de dinero público de un mínimo de 7.000 millones. Además de la nacionalización, las dos partes también manejan la opción de un préstamo público a la entidad a través del FROB 3. La inyección de estos 'cocos' supondría seguir, sin excesivos cambios, el plan que habían negociado semanas atrás Rato con De Guindos, adelantado ayer por Vozpópuli. Esas son las dos únicas opciones que se manejan, según fuentes conocedoras del proceso.
Aunque, en un principio, la decisión última sobre el futuro de Bankia no se iba a hacer pública hasta la llegada de Goirigolzarri a la presidencia de la entidad, en Economía se estudia adelantar la comunicación sobre la solución prevista para el grupo financiero. Esta comunicación podría hacerse pública hoy mismo. "Una entidad sistémica como Bankia no puede estar más expuesta al castigo en Bolsa y las dudas de sus clientes. Economía tendría que haber explicado la solución al mismo tiempo que se conocía la salida de Rato. Más que nada, porque las dudas giran alrededor de la solvencia de la entidad no de su presidente", reflexionan desde uno de los cinco grandes.
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