José Ignacio Goirigolzarri ha tomado las riendas de Bankia, y su primera medida ha sido nacionalizar su matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), lo que implica la entrada del Estado en el capital del banco cotizado. La operación, impulsada por el Gobierno, se realizará a través de la conversión de la ayuda de 4.465 millones de euros que la entidad recibió del primer Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en acciones. Tanto el Banco de España como Economía han confirmado esta operación a través de sendos comunicados oficiales. De esta manera, el FROB asume el 100% de BFA y el 45% del banco cotizado, según asegura Economía en su comunicado.
El Banco de España explica que el proyecto de nacionalización tiene que ser refrendado ahora por las autoridades españolas y Bruselas. Además, el supervisor asegura en su nota que "la nueva dirección de la entidad tendrá que presentar en el plazo más breve posible un plan reforzado de saneamiento que situará a BFA-Bankia en condiciones de afrontar con total garantía su futuro". En este sentido, la nota de Economía explicita que "el Estado aportará el capital que sea estrictamente necesario para realizar los saneamientos precisos con el objetivo de llevar a cabo dichos planes". "Con ello", continúa el texto del ministerio dirigido por Luis de Guindos, "el Gobierno está convencido de que Bankia aprovechará su potencial para continuar jugando un papel primordial en el sector bancario español". Este nuevo plan, como ha venido informando Vozpópuli, consistirá en la desinversión de la práctica totalidad de su cartera de participaciones industriales, la venta de activos no financieros y la reducción de tamaño.
BFA está controlada al 100% por Caja Madrid, Bancaja y las otras cinco cajas de ahorros que formaron parte de la fusión. Esta entidad, que de momento es el mayor accionistas de Bankia con el 45,3% de su capital, es el banco malo donde se acumulan los activos inmobiliarios del grupo y, según los planes que maneja el Banco de España y el Gobierno, podría necesitar entre 7.000 y 10.000 millones para limpiar el ladrillo.
En función de cómo se termine valorando la entidad, ya que las cuentas del banco siguen en el aire ante las exigencias de su auditora Deloitte de que rebaje su valoración, el Estado podría llegar a tener una participación superior en Bankia.
La entrada del Estado en el accionariado del grupo dará vía libre a Goirigolzarri para sustituir a los actuales consejeros con adscripción política y sindical, que son mayoría. En el consejo de Bankia, celebrado por la mañana, se produjo la primera baja. José Manuel Fernández Norniella, hombre de confianza de Rato en la entidad, decidió abandonar su puesto de consejero.
La conversión de esta ayuda de 4.465 millones, concedida en forma de participaciones preferentes, en acciones puede llevar a elevar el déficit de las cuentas del Estado si el Gobierno vende esta participación con minusvalías. Además, la nacionalización libera a Bankia del pago de intereses anuales a un 7,75% por esta ayuda pública.
El grupo BFA-Bankia se convierte en el cuarto grupo bancario nacionalizado en la actualidad, junto a Novagalicia, Banco de Valencia y Catalunya Caixa. Estas dos últimas entidades se encuentran actualmente en proceso de subasta, mientras que la caja gallega podría obtener una salida en solitario con el proyecto de sociedades inmobiliarias que anunciará el Gobierno este viernes.
Ante los continuos rumores por la nacionalización de la entidad, los inversores decidieron castigar con dureza a Bankia, cuyas acciones han cerrado la sesión con un caída del 5,8%, lo que recorta su capitalización hasta los 4.247 millones de euros. Bankia es la cuarta entidad financiera del país, con más de 10 millones de clientes, unos 400.000 accionistas y un volumen de activos de 340.000 millones de euros.
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