Abengoa ha elegido Washington D. C., la capital de Estados Unidos y la ciudad del mundo que más lobistas por metro cuadrado concentra, como sede de su nueva filial en el país, cuya creación anunció en enero pasado la multinacional andaluza.
El grupo de ingeniería, energía renovable y servicios, que mantiene su plan de salir a cotizar en el Nasdaq estadounidense a lo largo de este año, ha aglutinado en esa nueva sociedad, Abengoa US Holding, todos sus negocios en un país que, tras España, es su segundo mercado en importancia y ya concentra en torno al 20% de sus ventas.
La nueva sociedad, constituida el año pasado, es la responsable de los proyectos que actualmente está llevando a cabo Abengoa en el país, donde tiene 1.200 empleados directos y genera empleo para más de 4.000 personas. , donde posee activos por un valor superior a los 5.800 millones,
Hasta ahora, el grupo, que ha declarado gastos por actividades de lobby ante el Senado estadounidense por importe de más de 2,4 millones de dólares en la última década y está presente en 12 estados de EEUU, coordinaba su actividad en el país en tres sedes, ubicadas en Washington y en otras dos ciudades, San Luis (Misuri) y Denver (Colorado), donde cuenta con dos centros de I+D+i.
Entre los proyectos más destacados de Abengoa en el país está la que será la mayor central solar del mundo con tecnología termosolar cilindroparabólica, Solana. Con una inversión prevista de unos 2.000 millones de dólares y ubicada en el desierto de Arizona, la planta obtuvo en 2011 un crédito de la Administración estadounidense con garantía federal por importe de 1.450 millones de dólares.
Otra de las principales patas de su actividad en el país es el negocio de biocarburantes. El grupo proyecta en Hugoton (Texas) una de las primeras plantas comerciales de producción de bioetanol de segunda generación, que entrará en operación a finales de año y ha recibido ayudas públicas por importe de unos 100 millones de dólares, además de un incentivo de un dólar por cada galón de etanol producido.
La filial de bioenergía de Abengoa, que acaba de relevar a su máximo responsable desde 2002, Javier Salgado Leirado, se vio afectada el año pasado por una drástica reducción de márgenes, que hizo que el beneficio operativo de la división se redujera un 40%, hasta 90,9 millones, y la filial se anotase unas pérdidas de 248,2 millones.
Dicha división, que concentra el 23,6% de la voluminosa deuda de Abengoa (8.282 millones de euros, ocho veces su valor en Bolsa) fichó el año pasado como consejero a Juan Verde, exasesor del presidente Barack Obama y otro nombre más a la interminable lista de expolíticos y afines (varios de ellos, vinculados incluso a la Casa Real española) a los que ha fichado en los últimos años el grupo, cuyo negocio es altamente dependiente de los incentivos públicos.
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