Felipe Benjumea, presidente de Abengoa, también sucumbió al boom inmobiliario español. En pleno esplendor del ladrillo, el dos de agosto de 2006, su empresa Iniciativa de Bienes Inmuebles (Ibisa) logró un crédito millonario que empleó en invertir en terrenos situados en Sevilla, en el polígono Buen Aire, al noroeste de la ciudad. Al año siguiente los terrenos, que tenían uso agrícola, se calificaron como urbanizables, destinándose 393.783 metros cuadrados a residencial, y otros 280.005 metros cuadrados a terciario. El desplome del sector inmobiliario español y la crisis económica han demorado el proyecto planteado en la zona.
El préstamo que firmó en 2006 la inmobiliaria de Benjumea, controlada por Inversión Corporativa (primer accionista de Abengoa, en la que participan miembros de las familias fundadoras de la multinacional española), ascendía a 129,8 millones de euros, y contaba con garantía solidaria de la matriz. El préstamo se instrumentó en tres tramos, de los que el de mayor importe, 74 millones, se destinó a la compra de los terrenos de Buen Aire y a las obras de urbanización.
En 2011 se renegociaron las condiciones de ese préstamo constituyéndose prenda sobre acciones de Abengoa "por una cuantía conjunta mínima equivalente al 150% del límite vigente de la operación". Ibisa explica en la memoria de sus últimas cuentas, correspondientes al año 2014, que el pasado 26 de diciembre le fue concedido "una operación crediticia a largo plazo con garantía hipotecaria y pignoraticia de acciones de determinadas sociedades participadas" con vencimiento en 2018 y por importe de 100 millones de euros "aplicándose dicho préstamo a la amortización del anterior préstamo vigente desde 2006".
Préstamos entre empresas del grupo
El pasado año Ibisa registró una cifra de negocio de 2,4 millones y pérdidas por 0,2 millones. El importe de las existencias con las que terminó el ejercicio, 64,4 millones, corresponde a los trabajos en curso en Buen Aire. Vozpópuli se puso en contacto el viernes con Abengoa para ampliar esta información, pero desde la compañía se indicó que no era una actividad que afectara directamente a la compañía; tampoco fue posible que desde el Ayuntamiento de Sevilla se precisara el viernes el estado actual del proyecto urbanístico planteado en Buen Aire.
La inmobiliaria presidida por Felipe Benjumea explica en sus cuentas que concedió un crédito de 29 millones a su matriz, Inversión Corporativa, "para que esta a su vez realice inversiones financieras en participaciones accionariales de sociedades controladas".
En la actualidad Abengoa está pendiente de efectuar una ampliación de capital por 650 millones de euros a la que se ha comprometido en acudir Inversión Corporativa, aunque no ha precisado en qué cuantía. La empresa está tratando de convencer a sociedades de inversión de participar en la operación. El anuncio de la ampliación, el pasado 3 de agosto, propició el derrumbe del valor de Abengoa en Bolsa llegando a caer ese día un 30%.
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