El año 2018 será especialmente intenso en lo que se refiere a la actividad corporativa, con algunas operaciones de calado pendientes de resolverse y más que probables movimientos en algunos consejos de administración de grandes empresas. Tras un ejercicio caracterizado por los síntomas de recuperación económica y de salida de la crisis, las compañías afrontan el que debería ser un ejercicio de consolidación de resultados.
Sin duda, entre todos destaca el caso de Abertis. No todos los días se asiste a una operación corporativa cuyo volumen podría acercarse a los 20.000 millones de euros. A mediados de abril se confirmaba el interés de la italiana Atlantia por hacerse con la concesionaria de infraestructuras y un mes después llegaba el anuncio de la OPA. Los planes de la compañía transalpina era cerrar la operación antes de que finalizara el año pero no contaba con que iba a surgir un competidor que, además, estaría muy bien arropado por el Gobierno español.
La contraoferta de ACS, a través de su filial Hochtief, se hizo esperar toda vez que el grupo que preside Florentino Pérez apuró los plazos, habida cuenta de las complicaciones para financiar una operación de estas dimensiones. Finalmente, la compañía germana anunciaba la oferta a mediados de octubre, con lo que el desenlace de la lucha por el control de Abertis quedaba trasladado automáticamente a 2018.
Y no será precisamente durante los primeros meses. El hecho de que Moncloa haya exigido la solicitud de una serie de autorizaciones que no le hicieron falta a Atlantia para obtener los vistos buenos tanto de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como de la Comisión Europea retardará aún más la solución.
Revisión de planes
Por el momento, el supervisor aún debe aprobar la oferta de Hochtief, lo que probablemente no sucederá antes de mediados de febrero. Y además, el Gobierno también deberá tramitar las autorizaciones de Atlantia, toda vez que este viernes se las concedió ya a Hochtief.
Todo apunta a que hasta bien entrado el segundo trimestre no se conocerá quién se hará con la compañía que preside Salvador Alemany, un proceso en el que tendrá mucho que decir La Caixa, principal accionista de la concesionaria de infraestructuras. Precisamente, otra empresa de su entorno, Gas Natural Fenosa, también vivirá un año especialmente ajetreado. Si en 2016 ya protagonizó una de las noticias empresariales del año, con la entrada del fondo GIP en su capital tras adquirir el 20% a La Caixa y Repsol, la gasista promete dar nuevos y jugosos titulares en 2018.
Por lo pronto, la compañía que preside Isidro Fainé revisará su plan estratégico a 2020 como consecuencia de todos los movimientos que ha protagonizado en los últimos meses, con la venta de un 20% de sus puntos de distribución de gas en España, de la totalidad de su negocio en Italia y también de su salida de Colombia, aún pendiente de qué sucederá con Electricaribe.
A ello se suma un año complicado por las tensiones en el mercado mayorista de la electricidad y las adversas condiciones climatológicas, que han lastrado su cuenta de resultados. El mercado espera la revisión del plan estratégico, que bien podría ser el último gran servicio de Rafael Villaseca como consejero delegado de Gas Natural. Todo apunta a que 2018 presenciará un histórico relevo que, además, podría venir acompañado de más cambios en el accionariado de la empresa si Repsol, a la que le resta un 20% en el capital, acelera sus planes para vender un nuevo paquete con vistas a reforzarse en el sector de las energías renovables.
La tensa calma del sector financiero
El complicado año en el sector energético también ha pasado factura a las otras grandes del sector, que también procederán a realizar puntuales revisiones de sus planes. Los expertos apuntan a un destacado proceso de consolidación en el sector en toda Europa.
Por su parte, el sector financiero afronta 2018 en un estado de 'calma chicha'. La resolución de Banco Popular y la solución en solitario de Liberbank han dejado el panorama relativamente despejado. Además, las últimas noticias procedentes de Europa apuntan a una flexibilización de los requisitos regulatorios, algo que llevaba demandando el sector años.
Aun así, los grupos de cajas medianas siguen en el punto de mira de cara a una consolidación en 2018. Ibercaja, Liberbank, Abanca, Unicaja y Cajamar siempre surgen en todas las quinielas de posibles fusiones, aunque se da por hecho que ninguna va a dar el paso salvo que sus gestores se vean forzados. El otro foco está puesto sobre Bankia, que tras la desinversión del 7% por parte del Gobierno ha visto multiplicados los rumores.
Otra de las operaciones pendientes para el año 2018 tiene como escenario el sector hotelero, tras la propuesta de Barceló a la cotizada NH para crear un "campeón nacional" en el sector.
Además de las posibles operaciones empresariales, el mercado también estará muy pendiente del gobierno corporativo de algunas compañías. En este capítulo destaca el caso de Sacyr, que tiene pendiente revisar la estructura de su consejo de administración después de que el accionista José Moreno Carretero se haya convertido en el primer socio del grupo constructor y haya reclamado tener más puestos en el máximo órgano ejecutivo.
