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El fiasco de la tuneladora Bertha en Seattle le cuesta a ACS más de 150 millones de euros

Dragados ha fracasado en su intento de que el Departamento de Transportes de Washington le pague los gastos de reparación de la tuneladora más grande del mundo, cuya avería ha retrasado más de un año la obra que la filial de ACS está realizando en Seattle.

El empleo de Bertha, la mayor tuneladora del mundo, comienza a pasar factura a ACS. Los costes derivados de su avería, que ha dejado paralizada durante más de un año una gran obra en Seattle adjudicada a un consorcio liderado por Dragados, asciende ya a una cifra cercana a los 150 millones de euros, entre los gastos de reparación y las sanciones impuestas por los retrasos a la hora de completar las fases del proyecto. Las reclamaciones del consorcio al Departamento de Transportes de Washington han caído en saco roto.

En los últimos días se han reanudado los trabajos en torno a Bertha después de que su avería, que se produjo a finales de 2013, fuera finalmente reparada. Pero ahora llega el momento de pasar las correspondientes facturas y la broma no le va a salir barata al grupo que preside Florentino Pérez. Los gastos de la reparación de Bertha han sido sufragados en primera instancia por Hitachi Zosen, el fabricante de la tuneladora, que cuenta con el correspondiente seguro. Sin embargo, el consorcio que cuenta con sus servicios será el que tenga que hacer frente al coste de la contingencia.

A todo ello se unen las sucesivas sanciones de las autoridades por no haber cumplido con los plazos previstos en la realización del proyecto. A mediados del pasado año, el consorcio que lidera Dragados solicitó al Departamento de Transportes de Washington que corriera con los gastos derivados de la avería de Bertha. La reclamación no ha sido atendida.

Sin embargo, es improbable que el coste de la avería de Bertha se quede en esos 150 millones de euros. La vuelta a la actividad de la tuneladora está siendo vigilada con lupa por los responsables del proyecto para evitar que vuelva a producirse una avería. Entre otras cuestiones, la máquina se detiene cada cierto tiempo para enfriar sus turbinas con el fin de evitar dilataciones que puedan provocar que se detenga nuevamente.

Nuevos retrasos

Este escenario supone que los trabajos sufrirán nuevos retrasos por los que el consorcio adjudicatario deberá responder desde el punto de vista económico, además del intangible coste de imagen que le está suponiendo a ACS en EEUU.

El contrato incluye la construcción de un túnel bajo la ciudad de Seattle que reemplazará un viaducto que permitía la comunicación norte-sur en el estado de Washington y que resultó dañado por un terremoto en 2001.

Para llevar a cabo la obra, el consorcio encargó la construcción de una máquina con un diámetro superior a los 17 metros, 2,5 metros más que la herramienta que se empleó para la construcción de los túneles de la M-30 de Madrid.

Bertha, fabricada por la japonesa Hitachi Zosen y bautizada con este nombre en honor a una antigua alcaldesa de Seattle, permitía excavar los casi tres kilómetros del túnel en un tiempo récord de 14 meses, una de las claves para que el consorcio que forman Dragados y la estadounidense Tutor Perini lograran hacerse con el contrato, uno de los más emblemáticos de ACS en EEUU.

La prensa local recoge unas declaraciones del principal responsable del consorcio en las que asegura desconocer cuál será el coste definitivo a pagar por los problemas derivados de la avería de Bertha. El consorcio aún aspira a que algunas de sus reclamaciones sean atendidas por las autoridades al considerar que la avería se produjo porque los planos del subsuelo de la ciudad que les facilitaron no contenían información precisa sobre la situación de las tuberías, lo que motivo que Bertha se detuviera.

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