La trayectoria bursátil de ACS vuelve a dar quebraderos de cabeza a sus principales socios, en especial, al principal accionista: su presidente, Florentino Pérez. En los últimos dos meses, los títulos del grupo de construcción, servicios y concesiones se han depreciado más de un 25%, casi el doble que el Ibex-35 en este mismo periodo, lo que les ha llevado a situarse en el entorno de los 23 euros. La circunstancia devolverá a Pérez al sombrío escenario de tiempos no tan pasados, cuando el desplome sufrido por ACS tras la salida del capital de Iberdrola le obligó a reponer garantías de sus préstamos a los bancos acreedores.
El presidente de ACS mantiene las acciones de la compañía en su poder, equivalente al 12,5% del capital, como garantía de diversos préstamos que componen su deuda personal, que se sitúa por encima de los 750 millones de euros. Las acciones del grupo están valoradas en torno a los 22 euros por título en los balances de Inversiones Vesán, la patrimonial a través de la que Pérez controla su participación en la compañía.
El problema para Florentino Pérez reside en que hacía más de dos años que ACS no cotizaba a precios tan bajos
La caída de ACS ha puesto en alerta a los bancos acreedores de Florentino Pérez, toda vez que la cotización de las acciones de la compañía en Bolsa se aproxima a la citada valoración. E igualmente, el valor de mercado del paquete de títulos de ACS en manos de Pérez es ligeramente superior a la deuda de Inversiones Vesán.
El problema para Pérez reside en que hacía más de dos años que ACS no cotizaba a precios tan bajos. La última vez fue allá por finales de 2013. Entonces, la compañía trataba de recuperarse del batacazo sufrido en 2012, el peor año de la historia del grupo, que se cerró con pérdidas cercanas a los 2.000 millones de euros debido a los ajustes obligados por las minusvalías de la venta de su participación en Iberdrola.
Los apuros de los socios
Aquella situación fue mucho más dramática, toda vez que las acciones de ACS llegaron a caer por debajo de la cota de 11 euros, lo que obligó a la mayoría de los principales accionistas a aportar más prendas para los préstamos que estaban garantizados con títulos de la compañía.
En el caso de Iberostar, el grupo turístico tuvo que llevar a cabo una ampliación de capital por valor de 150 millones de euros para afrontar este escenario. Mientras, Alberto Alcocer y Alberto Cortina perdieron peso en la compañía debido a que se vieron obligados a vender acciones en el mercado para afrontar vencimientos financieros y también a que algunas entidades, especialmente las cajas intervenidas, ejecutaron las garantías.
Perspectivas negativas
Actualmente, la Bolsa atraviesa una serie de turbulencias, afectada tanto por los vaivenes de los mercados emergentes, especialmente de la Bolsa china, como por las dudas sobre el ritmo de crecimiento de las economías desarrolladas. Además, la Bolsa española se ha visto también afectada por la incertidumbre en torno a la composición del futuro Gobierno e incluso la posibilidad de que haya nuevas elecciones generales.
De este modo, las perspectivas no son precisamente favorables para la cotización de ACS, lo que ha hecho que los acreedores de Florentino Pérez se pongan en guardia. Si en los próximos días la empresa recibe nuevos reveses en Bolsa, el ejecutivo deberá aportar más garantías referenciadas a los créditos con los que ha financiado su actual posición como primer socio del grupo.
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