Florentino Pérez, presidente de ACS, ha tenido que volver a recurrir a tirar de caja para evitar poner en peligro la participación del grupo constructor en su principal activo: su filial Hochtief. El grupo español ha incrementado de nuevo en las últimas semanas su participación en la filial alemana aunque la operación no se ha producido por casualidad. El objetivo ha sido evitar que la caída en el precio de los títulos de Hochtief obligue a ACS a aportar nuevas garantías en un préstamo concedido por BBVA, en el que más de la mitad de las acciones de Hochtief en poder de la empresa española figuran como garantía.
El director general de ACS, Ángel García Altozano, explicó a los analistas la pasada semana que el grupo constructor y de servicios aumentó su participación en Hochtief en las últimas semanas, con la compra de casi un 3% adicional por unos 135 millones de euros.
El efecto en el mercado no se ha hecho esperar: después de tres semanas de fuertes caídas, periodo en el que Hochtief se dejó más de un 13% en Bolsa, su cotización ha repuntado cerca de un 10% en apenas diez sesiones.
Pero lo importante es que la acción de Hochtief ha vuelto a alejarse de la cota de 55 euros, que estaba rozando antes de que ACS volviera intervenir en el mercado. Si los títulos de la constructora alemana cotizan por debajo de este entorno, el grupo español comenzará a tener problemas con el préstamo que solicitó al BBVA en 2012, de unos 900 millones de euros, que cuenta con más de un 30% del capital de Hochtief como garantía.
Recompra de títulos
La compra de acciones no es la primera maniobra que ACS articula para inflar la cotización de su filial y evitar males mayores. A finales del pasado 2013, Hochtief, ya bajo la dirección de Marcelino Fernández Verdes (designado por Florentino Pérez como su sucesor al frente de ACS), anunció un programa de recompra de acciones con un plazo límite de cinco años. Pero, en realidad, se completó en cinco meses, a finales de febrero del presente año.
Cuando Fernández Verdes puso en marcha el plan, las acciones de Hochtief cotizaban ligeramente por encima de los 56 euros por acción y, por lo tanto, estaban en zona de peligro con vistas al préstamo del BBVA y su garantía.
El meteórico plan de recompra de acciones llevó rápidamente a la compañía alemana a situarse cómodamente por encima de los 65 euros por título e incluso a alcanzar máximos en torno a los 70 euros.
Sin embargo, una vez finalizado el efecto de la recompra, el valor comenzó a perder terreno de nuevo, lo que ha obligado de nuevo a actuar a la compañía española.
