El terremoto provocado por la investigación del FBI a la FIFA, que ha provocado la detención de siete altos cargos de la federación internacional de fútbol y la dimisión de su presidente, Joseph Blatter, puede tener severas consecuencias para el plan de infraestructuras del país asiático, muy enfocado a la celebración del Mundial de fútbol en 2022. Pero las pesquisas norteamericanas, centradas en presuntas irregularidades para la elección de las sedes de las campeonatos de 2018 y 2022, dejan en el aire la celebración del Mundial en Qatar y con él quedan pendientes muchos proyectos de infraestructuras en los que ACS tenía puesto su foco.
El plan de infraestructuras del país asiático está valorado en unos 200.000 millones de dólares e incluye construcciones relacionadas directamente con el Mundial de fútbol, tales como estadios y accesos a los recintos, así como otras destinadas a vertebrar el país: aeropuertos, carreteras, transportes públicos, etc.
Si finalmente el Mundial de fútbol de 2022 no tiene a Qatar como sede, algunos de estos proyectos se quedarán en nada, lo que supondría un serio revés para ACS. El grupo que preside Florentino Pérez está especialmente bien situado en la zona con Hochtief, su filial alemana, que opera allí desde hace tiempo. Qatar es uno de los mercados clave en el futuro de la división internacional de la compañía, que aporta tres cuartas partes de sus ingresos.
De hecho, ACS ya ha participado en algunas licitaciones para la construcción de estadios destinados a albergar el Mundial de 2022 aunque, por el momento, no ha tenido éxito. Sí ha logrado contratos de menor cuantía relacionados con el metro de Doha, la capital del país, una de las grandes obras de infraestructuras de la zona.
Accionista de Hochtief
Los acontecimientos en torno a la cúpula de la FIFA están siendo contemplados con preocupación por ACS, en cuyo consejo de administración hay una persona que cuenta con un amplio conocimiento del organismo que rige los destinos del fútbol internacional. Se trata del consejero Pedro López Jiménez, que también comparte puesto en la junta directiva del Real Madrid con Florentino Pérez, y que se ocupa precisamente de las relaciones del club con el organismo internacional.
Se da la circunstancia de que el estado qatarí es accionista de Hochtief, con una participación aproximada del 10% que mantiene desde su entrada en 2010. Su incursión en el capital de la compañía alemana fue un movimiento defensivo para evitar que ACS tomara el control de Hochtief, algo que finalmente no pudo evitar.
Sin embargo, el brazo inversor del Gobierno de Qatar se ha quedado como accionista de referencia de la constructora germana, que en los últimos meses ha conseguido numerosos contratos en el país.
Presuntos sobornos
Las últimas informaciones hablan sobre que el FBI ha centrado su investigación en presuntos sobornos que habrían condicionado la elección de las últimas sedes para la celebración de la Copa del Mundo. El pasado martes, tras conocerse la dimisión de Blatter, miembros de federaciones europeas insinuaron que el futuro de Rusia y Qatar como anfitriones de las competiciones era más que incierto.
Por el momento, el área de infraestructuras que presenta un mayor avance en cuanto a proyectos es la de transportes, con el metro de Doha a la cabeza. El presupuesto qatarí para este apartado ronda los 50.000 millones de dólares. En cuanto a los estadios, las autoridades locales han seleccionado la mayoría de los diseños y algunos ya están siendo construidos.
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