La pasada semana, el empresariado alemán se veía sorprendido por la noticia de la marcha de Frank Stieler del cargo de consejero delegado de la constructora Hochtief. Pero el asombro se ha incrementado cuando determinados medios locales han informado sobre la indemnización que percibirá el ejecutivo por su marcha: nada menos que cinco millones de euros por apenas año y medio en el puesto.
De esta forma, a ACS, principal accionista de Hochtief con casi el 55% del capital, e impulsor del relevo de Stieler por Fernández Verdes, la operación le ha resultado algo cara. Es el alto precio que ha pagado la compañía por dar un paso que se considera fundamental para llevar a cabo la nueva estrategia la empresa alemana, que estará lista en tres o cuatro meses.
Y eso que Stieler también fue propuesto por ACS para ocupar el cargo de consejero delegado de la constructora alemana, una vez que el grupo español concluyó la OPA y logró su objetivo de hacerse con más de la mitad del capital. Sin embargo, los 18 meses que han transcurrido desde entonces no han sido precisamente los mejores de la historia de Hochtief.
Paulatinamente se han sucedido acontecimientos como el recorte de previsiones de resultados en Leighton, la filial australiana de Hochtief, considerada como la joya de su corona y la eliminación del dividendo que solía entregar la compañía alemana a sus accionistas.
Todo ello en medio de procesos para vender filiales, como la inmobiliaria y la de aeropuertos, que se han dilatado en el tiempo más de lo previsto y también de lo deseado. Paradójicamente, algo similar a lo que ha sucedido en ACS con su negocio de energías renovables, que aún genera dolores de cabeza a los responsables de la empresa española.
Incremento de autocartera
El relevo de Hochtief llega en un momento especialmente delicado para ACS, después de que la salida parcial de Iberdrola haya deteriorado notablemente las cuentas de la empresa constructora. El reflejo en los mercados se ha plasmado en una caída de la cotización que la compañía ha tratado de resolver mediante operaciones de autocartera.
En los últimos dos meses, ACS ha invertido cerca de 55 millones de euros en la compra de títulos propios, que posteriormente ha compensado con ventas por valor de 46,7 millones de euros. El objetivo, tratar de estabilizar el precio de la acción en el entorno de los 16 euros. Si la compañía pierde de forma considerable esta referencia los problemas para algunos de los accionistas más apalancados comenzarían a agravarse notablemente.
Las operaciones han elevado ligeramente la autocartera de ACS hasta el 6,4%, de acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Las acciones de la constructora presidida por Florentino Pérez cerraron el viernes con un avance del 2,49%, hasta 16,29 euros.
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