El grupo ACS ha procedido a reordenar el conjunto de sociedades instrumentales a través de las cuales llevaba a cabo operaciones bursátiles, especialmente con sus propios títulos y también con los de su participada alemana Hochtief. Los resultados de las últimas operaciones llevadas a cabo en Bolsa han sido muy desafortunados de ahí que, coincidiendo con el fin de la aventura inversora en Iberdrola, ACS haya decidido tomarse un respiro en este capítulo.
En total, las pérdidas por operaciones fallidas en los mercados de valores se han ido hasta casi alcanzar los 400 millones de euros. Más de 200 se corresponden con movimientos con acciones de la alemana Hochtief, en la que ACS cuenta con una participación algo superior al 50%. A través de compra-venta de acciones, el grupo de construcción, servicios y concesiones, trató de aprovechar las caídas en la cotización de la empresa alemana para obtener algunos beneficios.
Sin embargo, los traspasos entre sociedades instrumentales del grupo, como Corporate Funding, arrojaron como resultados números rojos por valor de 270 millones de euros.
Algo similar pasó con la autocartera del grupo. ACS recogió en su informe de gobierno corporativo correspondiente a 2012 que en ese año las operaciones con títulos propios habían arrojado un resultado negativo de 51 millones de euros. A esta cifra hay que añadirle las minusvalías que registró ACS con la venta de autocartera a comienzos de 2013, cuando las necesidades de liquidez y la imposibilidad de acceder a los mercados llevó a la compañía a deshacerse de prácticamente la totalidad de su autocartera, que ascendía en aquel momento a algo más del 6% del capital.
Fusión de instrumentales
No obstante, la compañía colocó las acciones a precios de cotización de entonces (en torno a 17 euros) prácticamente a mitad del precio medio de compra de los títulos que componían la autocartera del grupo.
Tras la restructuración, Residencial Montecarmelo, la instrumental que empleó ACS en su día para el fallido abordaje a Iberdrola, asumirá el control del resto de sociedades creadas por la compañía con el fin de operar en los mercados, entre las que se encontraba PR Pisa, protagonista de operaciones de compra de acciones propias y que también fue empleada en su día para ostentar la participación en Unión Fenosa, que ACS vendió posteriormente para adquirir una participación relevante en Iberdrola.
Tras estos movimientos, la autocartera de la compañía ha quedado prácticamente a cero, con lo que, por el momento, el siguiente movimiento tendría que ser de adquisición de títulos, aunque tras una notable reacción de la compañía en bolsa, las acciones de ACS están bastante lejos de los mínimos que alcanzó a mediados de 2012, cuando llegó a perder la referencia de los 11 euros.
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