Adif se ha fijado en el mercado de renta fija para completar su financiación con vistas a hacer frente a las nuevas inversiones que tiene previstas, en especial en lo que se refiere al trazado de alta velocidad. El gestor lleva tres años buscando el mejor momento para emitir los que se serán sus primeros bonos desde la segregación de Renfe, a comienzos de 2005. Sin embargo, la espera le pasará factura en lo que al coste de financiación se refiere.
Así, el gestor de infraestructuras ferroviarias registró en junio de 2010 un folleto de emisión de renta fija en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para un máximo de hasta 600 millones de euros, la cantidad que también ahora pretende captar.
Por entonces, Adif no contaba con tantas necesidades como ahora pero decidió registrar el folleto para estar preparada y poder aprovechar un buen momento. La sociedad tenía un límite de endeudamiento de 2.100 millones de euros y contaba con líneas de financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por valor de 1.500 millones.
Sin embargo, es probable que el mejor momento en mucho tiempo fuera precisamente aquel en que se registró el folleto. Por aquel entonces, la calificación de la deuda soberana española comenzaba a sufrir revisiones a la baja por parte de las principales agencias de rating pero Moody’s, la encargada de calificar las emisiones de la antigua Renfe (cuando la compañía pública aglutinaba tanto la infraestructuras como la operativa de la red) era la única que todavía mantenía la máxima nota para el Reino de España, la añorada triple A.
Ventana de liquidez
De este modo, Adif gozaba también de esta calificación, algo que se ha modificado de forma sustancial. Hasta tal punto que, en estos momentos, la calificación del gestor de infraestructuras ferroviarias no se encuentra ni siquiera dentro del grado de inversión, por lo que se considera ‘bono basura’.
Esta circunstancia hará que el coste de la financiación de Adif se incremente de forma significativa, ya que tendrá que emitir los bonos con una rentabilidad notablemente más elevada.
Desde que se registró el folleto, la compañía pública ha buscado el momento óptimo para emitir bonos. Sin embargo, en muchas oportunidades se ha encontrado con los mercados absolutamente cerrados, sin ninguna posibilidad, mientras que la calificación de la deuda soberana no hacía más que bajar y la prima de riesgo dispararse.
A comienzos del presente ejercicio, las grandes empresas españolas aprovecharon la apertura de las ventanas de liquidez para realizar cuantiosas emisiones (por encima de los 18.000 millones de euros) aprovechando la recuperación del bono español y el correspondiente descenso de la prima de riesgo. Adif pretende realizar la colocación antes del verano, aunque parece ser el peor momento desde que se inició el ejercicio.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación