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Fomento golpeará a Iberia en su punto débil si logra meter a Norwegian en la T4

Los desvelos del Ministerio de Fomento por solventar la caída de tráfico del aeropuerto de Barajas, con vistas a la futura privatización de AENA, tendrán incidencia negativa en Iberia si se confirma la llegada de Norwegian a la T4. La 'low cost' escandinava golpeará directamente donde más le duele ahora a la aerolínea española: el corto y medio radio, que no logra hacer rentable ni siquiera con el recorte de rutas.

Cruce de caminos entre la futura privatización de AENA y los planes de crecimiento de Iberia. El Ministerio de Fomento ultima las negociaciones para posibilitar la entrada de nuevos inquilinos en el aeropuerto de Barajas con el fin de revitalizar el tráfico. El nombre que ha trascendido de forma oficial es el de la 'low cost' Norwegian, cuyo aterrizaje en la T4 penalizaría a Iberia, en tanto en cuanto la aerolínea española está teniendo serios problemas con el corto y medio radio.

La dirección de Iberia ha manifestado en los últimos encuentros que ha mantenido con los sindicatos que el corto y medio radio se ha convertido en un grave problema para la aerolínea, hasta el punto de que las medidas adoptadas en los últimos meses para tratar de estimular el crecimiento de la empresa, entre otras los polémicos recortes de rutas, han sido efectivas para el largo radio (con el que Iberia ha vuelto a ganar dinero) pero no con el corto y medio.

La futura llegada de Norwegian va a contribuir a agravar esta situación por cuanto la aerolínea nórdica se establecerá con toda seguridad en la T4, cuya infrautilización inquieta tanto a los gestores de AENA como a Fomento.

“Es la pescadilla que se muerde la cola. Las aerolíneas de bajo coste darán mucho tráfico a Barajas pero también acapararán el corto y medio radio e Iberia será incapaz de competir en este terreno”, señala una fuente del sector.

Objetivo: revitalizar Barajas

Esta situación sería nueva para Iberia, toda vez que la T4 está reservada, por el momento, para las aerolíneas de Oneworld, la alianza en la que está integrada, pero viene siendo padecida por operadores como Air Europa, que comparte la terminal 2 del aeropuerto de Barajas con aerolíneas de bajo coste como Ryanair.

Pese a los sucesivos retrasos en su puesta en marcha, la privatización de AENA es un asunto primordial para el Ministerio de Fomento. El departamento que dirige Ana Pastor ha cambiado el paso en el planteamiento inicial sobre la estructura accionarial que tendrá la compañía tras el proceso, al encontrarse con el rechazo de los potenciales inversores por el hecho de que el Estado se fuera a quedar con la mayoría del capital.

Una vez resuelta esta cuestión, el desplome de tráfico en Barajas es la próxima cuestión a resolver y el Gobierno está dispuesto a echar el resto para solventar del problema con el fin de que AENA sea lo más atractiva posible para su venta.

El plan de Iberia

Al mismo tiempo, tanto Fomento como Industria están muy pendientes del nuevo plan estratégico que está preparando la dirección de Iberia y que presentará a mediados del próximo mes. Sin embargo, parece que los resortes buscados para tratar de revitalizar el tráfico en Barajas son los mismos que dificultan los esfuerzos de Iberia para volver lo antes posible a ser una aerolínea rentable

A pesar de que la aerolínea española ha recortado hasta 17 rutas de corto y medio radio para que este área vuelva a ser rentable, no lo ha conseguido. Si finalmente se confirma el aterrizaje de Norwegian en la T4, el objetivo se complicará hasta el extremo.

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