La incertidumbre en torno al futuro del nuevo Gobierno de España y la posible celebración de nuevas elecciones generales en el mes de junio no parece afectar al gestor aeroportuario AENA. Al menos, eso se desprende de las perspectivas que maneja la cúpula directiva de la compañía en relación con la aprobación definitiva del primer Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), que contemplan para el próximo mes de septiembre. La duda estriba en saber si para entonces habrá un Ejecutivo que dé luz verde a la normativa.
Un interrogante que también rondaba a los analistas que intervinieron en la presentación de resultados anuales de 2015 que realizó la compañía en la tarde de este martes. Sin embargo, las dudas fueron aclaradas de forma concluyente por José Manuel Vargas, presidente de AENA. “Esperamos la aprobación del DORA para el mes de septiembre”, aseguró.
Vargas reflejó en su respuesta lo expresado en el documento con el resumen de las cuentas que AENA remitió a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En uno de los anexos se refleja el calendario previsto para la aprobación del primer DORA. De acuerdo con el esquema expuesto por AENA, el consejo de ministros aprobaría la normativa en septiembre y entraría en vigor el 1 de enero de 2017 mientras que las tarifas contempladas en el documento se aplicarían a partir del primero de marzo.
Una de los principales cometidos del DORA es la congelación de las tarifas aeroportuarias
Una de los principales cometidos del DORA es la congelación de las tarifas aeroportuarias hasta el año 2025, aunque también establecerá el papel de AENA en su nueva faceta de empresa semipública, tras la venta por parte del Estado de un 49% de su capital a través de la salida a Bolsa, de la que hace unos días se ha cumplido el primer año.
El DORA es un documento esencial para el futuro de la compañía aunque está necesariamente ligado al futuro Gobierno de la nación, cuya composición está actualmente en el aire, cuando ya han transcurrido más de dos meses desde que se celebraron las elecciones generales.
De su futuro también dependerá el de la empresa, toda vez que el Ministerio de Fomento, a través de Enaire, conserva la mayoría del capital y, por lo tanto, controla también la mayoría de los asientos en el consejo de administración.
AENA obtuvo el pasado año un beneficio neto de 833,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 74,2 % respecto a 2014, por la evolución del negocio y la disminución de gastos financieros derivados de las expropiaciones.
El consejo de administración de AENA propondrá a la junta de accionistas el reparto de un dividendo de 2,71 euros por título, lo que implicará el ingreso de 207,3 millones por parte del Tesoro Público, a través de la participación del 51 % del Estado en el capital del gestor aeroportuario.
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