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Álex Cruz, el español más odiado en Londres y presidente de British Airways

British Airways sufrió el sábado un problema informático que ha obligado a la aerolínea a cancelar vuelos afectando a decenas de miles de pasajeros. La compañía informó el lunes que en el aeropuerto de Gatwick ya se operaba con normalidad.

La anécdota, supuesta, es bien conocida. Cuando el dirigente ruso Nikita Kruschev cedió su cargo a Leonid Brezhnev, le dejó dos cartas que este tendría que abrir cuando una crisis amenazara la estabilidad de la Unión Soviética. Llegado el momento, Brezhnev abrió el primer sobre, y ahí estaba la solución: "Écheme la culpa". En el segundo sobre, el consejo era que escribiera dos cartas como las que él había leído.

Álex Cruz (Bilbao, 1966), presidente de British Airways, es una especie de Nikita Kruschev involuntario. El pasado año, cuando Vueling tuvo que cancelar decenas de vuelos coincidiendo con los días de mayor trasiego en el aeropuerto de El Prat, a principios de julio, Cruz fue señalado. Aunque él no tenía ya responsabilidades en la aerolínea de bajo coste -presidió Vueling hasta abril de 2016-, la planificación que anteriormente había diseñado cargó con la culpa del caos vivido en el aeródromo de Barcelona.

El primer ejecutivo de Britsh Airways siempre ha estado ligado profesionalmente al negocio aéreo. Licenciado en Ingeniería en Michigan (Estados Unidos), comenzó su carrera en American Airlines. Después se pasó al mundo de la consultoría, Arthur D. Little, Accenture, pero siempre analizando aerolíneas. Participó en la fundación de Clickair y presidió la aerolínea de Iberia hasta que en 2009 se fusionó con Vueling. En la aerolínea de bajo coste se mantuvo como primer ejecutivo, el presidente era el exministro Josep Piqué, hasta que fue nombrado presidente de British Airways en abril de 2016.

IAG, al que pertenece British Airways, perdió el lunes un 2,78%. Hoy se espera el castigo de los inversores en el mercado británico

Ahora, Cruz ha dado la cara ante los medios ingleses y los pasajeros afectados por las cancelaciones de vuelos de la aerolínea británica sucedidos desde el sábado, cuando un fallo informático colapsó sus operaciones dejando en tierra a decenas de miles de pasajeros (entre 75.000 y 200.000 según diversos medios) en un largo fin de semana en Reino Unido, donde ayer lunes fue festivo.

No ha sido Antonio Vázquez, presidente de IAG -el holding que agrupa a Iberia, British Airways, Vueling, Aer Lingus- quien ha salido a la palestra, ni tampoco el consejero delegado del grupo, Willie Walsh, ni ningún otro de los miembros del consejo de administración de la compañía aérea que cada año se reparten entre 11 y 15 millones de euros. Ha sido Álex Cruz el que está recibiendo la ira británica.

El Daily Mail publicó un supuesto correo electrónico enviado por Cruz al personal en el que decía: "Chicos, o sois parte del equipo que trabaja para arreglar esto, o no lo sois (...). Si no quieres involucrarte o no puedes participar, te pediría que te abstuvieras de hacer comentarios (...)", lo que ha sido interpretado como un intento del presidente de British Airways de censurar las críticas internas.

El sindicato GMB culpa a los recortes de lo ocurrido este fin de semana

El mismo diario ha publicado una columna de opinión firmada por Robert Hardman en la que escribe: "Ha llegado el momento de eliminar la B de BA (...). ¿Por qué debe soportar Gran Bretaña que su nombre sea manchado por un grupo de payasos? ¿Por qué nos referimos todavía a ella como nuestra compañía nacional cuando su matriz está en España y Easyjet transporta a millones de pasajeros más?".

El columnista, que sufrió con su familia las cancelaciones y el caos vivido en el mayor aeropuerto del país, Heathrow, fue más allá: "No puedo imaginar que nadie que volara este fin de semana con BA vuelva a hacerlo". Y cargó en su artículo contra Cruz, refiriéndose a un mensaje que el directivo español grabó para tratar de tranquilizar los ánimos: "La sensación de incompetencia se amplificó con este vídeo, en el que un abrumado Alex Cruz, puesto a seguro de los viajeros, baló sobre un problema eléctrico".

The Independent se hizo eco de comentarios jocosos sobre el vídeo en el que Álex Cruz pedía disculpas por lo sucedido y aseguraba que no se trataba de un ataque informático. En el vídeo Cruz aparece vestido con un chaleco reflectante. "El presidente de British Airways decidió tranquilizarnos a todos apareciendo con un traje de alta visibilidad. Nos preguntamos qué es tan peligroso para ir vestido así en el interior del Centro de Operaciones de BA".

No sólo los medios han cargado contra el directivo español. El sindicato GMB ha culpado a Cruz de lo sucedido, por supuestamente haber subcontratado expertos informáticos en India para ahorrar costes. The Guardian recogía ayer lunes las declaraciones de Mick Rix, líder de la sección de transportes del sindicato, sosteniendo que la razón de los fallos informáticos respondían a recortes de plantilla. "Nuestros trabajadores han tenido que aguantar la ira de los pasajeros, mientras los altos ejecutivos se pusieron a cubierto", dijo.

Otros medios han recordado el gusto que tiene Cruz por los recortes, subrayando que el presidente de British Airways eliminó recientemente el almuerzo y bebidas gratis de los vuelos de corta y media distancia de la aerolínea.

Los inversores castigaron el lunes a IAG. El consorcio perdió en la Bolsa de Madrid un 2,78% cerrando a 6,82 euros por acción. El grupo también cotiza en la Bolsa de Londres, pero al ser ayer lunes festivo en Reino Unido no hubo sesión. Hoy martes se espera el castigo del mercado británico al valor de la compañía.

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