Nueva era, nuevos retos... nuevo consejo de administración en Telefónica. Tras dos décadas ocupando un puesto en el consejo de administración de la multinacional española, casi 16 años como presidente, César Alierta abandona la empresa -manteniéndose como presidente de la Fundación Telefónica y como primer accionista privado del grupo, con el 0,129%-. El anuncio de su "renuncia voluntaria", comunicada el jueves por Telefónica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se produce trece meses después de que José María Álvarez-Pallete accediera a la presidencia.
Alierta renovó en su momento el consejo de administración de Telefónica, y Álvarez-Pallete está haciendo ahora lo propio, como a mediados de los años noventa hizo Juan Villalonga. Un nuevo presidente, parece lógico, debe contar con un consejo de administración de su total confianza. A Alierta le costó más de tres años disponer de un consejo distanciado de la gestión de Villalonga.
Repasar los nombramientos y ceses del consejo de administración de Telefónica en los últimos 17 años supone revisar buena parte de la historia empresarial y financiera española de lo que llevamos de siglo XXI.
César Alierta llegó a la presidencia de Telefónica en el año 2000, en plena burbuja tecnológica y cuando la compañía acababa de ser totalmente privatizada por el Gobierno de José María Aznar, sustituyendo a Juan Villalonga poco después de desvelarse sus planes de incentivos millonarios para directivos y consejeros (stock options) y sus negociaciones para fusionar Telefónica con la holandesa KPN.
Desde el nombramiento de Pallete, siete consejeros han sido cesados
Con Alierta como nuevo presidente de Telefónica, salieron en el mismo año 2000 los consejeros Bert Roberts, presidente de la operadora estadounidense MCI WorldCom, y Martín Velasco, amigo de Villalonga, imputado por la compraventa del portal de internet Olé por Terra. En marzo de 2001 dejaron Telefónica los consejeros Alberto Cortina, entonces copresidente de Banco Zaragozano, y José María Mas Millet, en la actualidad vicepresidente de Cope. También cesó otro de los consejeros nombrado por Villalonga, Carles Vilarubí, actual vicepresidente del Barça y marido de la presidenta de Coca Cola European Partners, Sol Daurella.
Ese mismo año 2001 accedieron al consejo de Telefónica el presidente del grupo Colomer, Carlos Colomer Casellas, y Alfonso Ferrari, compañero de batallas financieras con Alierta en el broker Beta Capital. Un año después Alierta relevó a los tres consejeros independientes que quedaban de la época de Villalonga y nombró a Pablo Isla (entonces presidente de Altadis), Gonzalo Hinojosa (presidía Cortefiel), y Enrique Used (presidente de Amper). En 2003 Alierta impulsó el nombramiento como consejero de Fernando de Almansa, que había sido nueve años jefe de la Casa del Rey.
Desde el nombramiento de Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica, el 8 de abril de 2016, siete consejeros han cesado en sus puestos. Además de Alierta, la operadora comunicó también ayer la salida del expresidente de Cortefiel, Gonzalo Hinojosa, y la del presidente de Inditex, Pablo Isla. El mismo día 8 de abril del pasado año cesaron como consejeros José Fernando de Almansa; Carlos Colomer Casellas (en agosto de 2013 la firma de capital riesgo CVC y la familia Colomer vendieron The Colomer Group a Revlon por cerca de 500 millones); Santiago Fernández Valbuena (ejecutivo clave durante la presidencia de Alierta); y Alfonso Ferrari Herrero. En definitiva, prácticamente los mismos profesionales que Alierta escogió para renovar el consejo de administración de la operadora.
Estos últimos cuatro consejeros ligados a Alierta han sido sustituidos por el físico Juan Ignacio Cirac; el vicepresidente de Banco Sabadell, José Javier Echenique Landiríbar; la vicepresidenta del Grupo Iberostar, Sabina Fluxà; y Peter Löscher, consejero de las compañías alemanas OMV Aktiengesellschaft y Sulzer. Telefónica anunció ayer también los nombramientos como consejeros de Francisco Riberas Mera (consejero delegado del grupo Gestamp, que este año ha salido a Bolsa), y Carmen García de Andrés (presidenta de la Fundación Tomillo).
Se mantienen en el consejo de Telefónica los cargos que posiblemente menos dependan de la elección de Álvarez-Pallete, los representantes de BBVA (José María Abril, Ignacio Moreno); de Caixa (Isidro Fainé, Antonio Massanell), y de China Unicom (Wang Xiaochu). Y otros cuatro aún ligados a la gestión de César Alierta: Javier de Paz (expresidente de Mercasa); el brasileño Luiz Fernando Furlán (que dejó el consejo de Telefónica en 2003 tras ser nombrado ministro de Lula da Silva y que regresó al puesto en 2008); Eva Castillo (exresponsable de Merrill Lynch Banca Privada para Europa, nombrada en Telefónica en 2008); y el exconsejero delegado Julio Linares .
El cambio experimentado por la operadora española en los últimos 17 años ha sido radical, tratando de seguir el impetuoso ritmo impuesto por internet y las nuevas tecnologías y ampliando su presencia en los mercados latinoamericano, europeo y asiático. El nuevo consejo de Telefónica afronta renovadas incertidumbres tecnológicas, en un mundo en el que no está claro si los Google, WhatsApp o Facebook de turno son sus aliados o sus peores enemigos, e inquietantes tensiones geopolíticas (Brexit, populismos, el Gobierno Trump, Venezuela...).
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