El sector biotecnológico fue una apuesta más de Amancio Ortega en su afán por diversificar sus inversiones, concentradas especialmente en empresas cotizadas (entre ellas, obviamente Inditex) y en el inmobiliario. Sin embargo, el propietario de la tercera mayor fortuna del mundo ha decidido replegar sus velas en la única área que no ha conseguido hacer rentable.
Recientemente, el dueño de Zara ha llevado a cabo una fuerte reducción de capital en la división biotecnológica de su holding Pontegadea, que ha compensado en parte posteriormente con una pequeña ampliación, lo que se conoce comúnmente como una ‘operación acordeón’. Sin embargo, la maniobra ha dado como resultado una Pontegadea Biotecnológica un 90% más pequeña, con apenas 600.000 euros de capital social.
Durante los últimos años, esta filial era la única que Ortega no lograba hacer rentable, con pérdidas de explotación que superaban en ocasiones los dos millones de euros. El fundador de Inditex no tirará la toalla pero sí será más prudente a la hora de participar en proyectos de este tipo. Precisamente, la operación acordeón ha tenido como objeto compensar las pérdidas registradas en los últimos ejercicios y sanear la sociedad.
Uno de los últimos fue el del Centro de Investigación de Medicina Aplicada de la Universidad de Navarra, al que Amancio Ortega realizó una aportación de 15 millones de euros, junto a otras destacadas fortunas como Alicia Koplowitz o la familia Masaveu, entre otras. La biotecnología ha llamado la atención de numerosos ‘family office’, que han visto en este sector una buena oportunidad para diversificar sus inversiones, ante la falta de apoyos públicos para terrenos como el de la investigación.
El ejemplo de Rosalía Mera
Además de esta influencia, Ortega también ha tenido la de Rosalía Mera, su primera esposa y todo un referente de la inversión en biotecnología en España. Mera, que de acuerdo con la lista publicada recientemente por la revista Forbes, es la mujer más rica del país gracias a las fuerte revalorización de la participación de mantiene en Inditex, es también una de las accionistas de referencia de la cotizada Zeltia, con la que también ha contribuido financieramente para el desarrollo de su filial Noscira.
Sin embargo, los caminos emprendidos han sido muy diferentes. Mientras que para Rosalía Mera el sector biotecnológico es algo más de una herramienta de diversificación, para Amancio Ortega siempre ha sido una pata más de su negocio, incluso la más modesta, a la que menos recursos ha destinado. Vistos los resultados, no es de extrañar que el dueño de Zara haya replanteado su estrategia.
A finales del pasado año, el fundador de Inditex se convirtió en la gran fortuna que más había incrementado su patrimonio durante 2012, gracias al excelente comportamiento de las acciones de la compañía.
Actualmente, la fortuna de Ortega está valorada en torno a los 57.000 millones de dólares, lo que convierte en insignificante sus pérdidas en biotecnología. Pero por encima de todo, Ortega es empresario y no concibe perder dinero, aunque sea poco en relación con su gran patrimonio.
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