Eficiencia germánica, cálculo de espacios, tecnología punta, personas que trabajan como si fueran máquinas... la nave logística de Amazon en San Fernando de Henares (Madrid), que almacena 4,3 millones de productos distintos en 18 kilómetros de estanterías, es el ejemplo de cómo esta empresa norteamericana de e-commerce ha venido para quedarse, pasando a ocupar una tajada muy sustanciosa del comercio en España a pesar de que su contribución en impuestos hace que parezca lo contrario. Un camión cargado de productos sale de esta nave cada 21 minutos en el trimestre navideño, esa es la dimensión real de Amazon en España.
"Hemos comprobado que se tarda mucho menos en desplazarse para coger varios productos si estos están ordenados aleatoriamente"
Tal vez lo más fascinante de este centro logístico es su filosofía, completamente dedicada a ahorrar tiempo y espacio. Sus cientos de estanterías dan la impresión de ser un 'chino' cualquiera, pues en ellas se agolpan una gran cantidad de productos de toda índole sin aparente orden ni concierto: mantas para cambiar los pañales se guardan al lado de libros para aprender ruso, humidificadores de aire, altavoces para smartphone, vinilos, máquinas de coser o diccionarios de catalán. Todo en un caos que aparentemente haría imposible que un operario encontrara ese producto deseado que tiene que mandar en un paquete. Pero dentro de la entropía, existe también el orden. El orden lo generan pequeños aparatos de GPS que mediante geolocalización guían a los operarios en el laberinto de estantes para que puedan llegar a buen puerto y encontrar ese artilugio de fumadores, que sin ningún motivo lógico se encontraba entre las sábanas de cama de 1,20 y las plumas estilográficas.
"Hemos comprobado que se tarda mucho menos en desplazarse para coger productos de un lado a otro si estos se distribuyen de forma aleatoria en las estanterías. De esta manera, estadísticamente siempre tendrás que desplazarte menos que si colocáramos a un lado de la nave los productos de cosmética y en el lado contrario, por ejemplo, las gafas de sol", aseguran desde la compañía. En su nave del este de Madrid, la empresa originada en Seattle tiene actualmente empleadas a unas 850 personas el 'peak' del año o la parte más dura: las Navidades. En esta época más que doblan la plantilla que actualmente es de unas 350.
Progresión geométrica
Como el espacio se les ha quedado corto, la nave ya no puede crecer más en plano y tiene que hacerlo en niveles, hacia arriba. Es por ello que ya no hablan de metros cuadrados de extensión sino de metros cúbicos de capacidad. En 2013 el día que más pedidos recibieron (órdenes de compra por internet) fue el 16 de diciembre, con 130.000. Pero este año, aseguran, ya han superado esta cifra en el "black friday". La hora punta en la que más pedidos se concentran es entre las 10 y las 11 de la noche. También en esto se notan las diferencias culturales: los españoles compran mucho más allá de las 12 de la noche, porque aún están despiertos. Esa franja horaria en Alemania es ya franja valle: nadie está hurgando por internet a esas horas.
"La televisión y el cine tienen una influencia enorme en nuestros pedidos. Por ejemplo, durante y después de cada capítulo de 'El tiempo entre costuras' se incrementaban las compras de máquinas de coser. Este fin de semana en el que se ha estrenado 'Los juegos del hambre' hemos visto dispararse los pedidos de pulseras y brazaletes inspirados en los que se llevan en la película", cuentan desde la empresa, que es capaz de registrar las tendencias sociológicas y comerciales antes que cualquiera, y por lo menos a la vez que Google.
