La empresa de tecnología Amper anunció de forma interna un drástico Expediente de Regulación de Empleo (ERE) durante la pasada semana, según explican a este periódico fuentes de la plantilla. Este ERE llega después de los recientes movimientos en el capital de la firma, lo que tiene a la plantilla muy preocupada y expectante ante posibles novedades. Fuentes oficiales de la compañía han dicho que lo único que hay es un expediente de regulación temporal (ERTE), que acabará en breve.
Pero desde la entidad, algunos trabajadores indican que "ayer (por el jueves) informaron al Comité de Empresa que cerca del 50% de la plantilla será despedida mediante un ERE en las próximas semanas". Los empleados están en tensión después de la llegada Enrique Bañuelos y Ezentis a la compañía, irrupciones que parecen tener de trasfondo alguna operación corporativa. Bañuelos, celebérrimo fundador de Astroc, una de las historias bursátiles que más pérdidas ha dejado tanto a minoritarios como a inversores del peso de Amancio Ortega, se ha hecho con un 9,2% de Amper, adquirido a Liberbank y tiene el compromiso de suscribir una ampliación de capital, hasta hacerse con un 28% y convertirse en el principal accionista de la firma. El valenciano deberá suscribir una ampliación de capital por 14,73 millones de euros antes de final de año.
Ahora mismo, como principales accionistas, están el fondo Tvikap (fundado por Pedro Mateache, José Manuel Arrojo y en su día, Javier Tallada) y Ezentis, que acaba de hacerse con algo más del 5%, comprándole en mercado acciones a Telefónica. Ezentis es la antigua Avanzit y está comandada ahora por el controvertido ex telefónico Manuel García Durán. En su día, fue el propio Tallada quien la comandó. Fue él quien, en su momento, ya quiso unir Avanzit con Amper. Y no por primera vez: en 1999, cuando Avanzit era Radiotrónica, Tallada también quiso fusionarla con Amper. Ahora, los gestores de Tvikap insisten en que Tallada no tiene influencia en este fondo, aunque sí fue fundador.
Historia de Bañuelos
Bañuelos ha anunciado que se convertirá en el mayor accionista de Amper, pero las fuentes de la compañía señalan que "todo apunta a una operación especulativa junto a Ezentis. Amper es ahora la historia del señor Bañuelos, es decir, entrar, despedir, poner un lacito y vender al mejor precio sin soltar la totalidad del capital comprometido".
Desde la compañía se han limitado a afirmar que los recortes se limitan a un ERTE que finaliza ahora y que están volcados en la presentación de los resultados. Este ERTE finalizará el próximo 30 de diciembre y afecta en la actualidad a 20 empleados durante un periodo de seis meses y una jornada a la semana a un conjunto de 200 empleados.
Pero lo cierto es que la empresa es un hervidero de rumores. A la lucha de poder implícita entre Bañuelos y Amper se suma la irrupción de Ezentis y la especulación con un proyecto de fusión con Amper. Todo ello, envuelto en la llegada, además, de nuevos capitales (ha sonado también la posible entrada de inversores rusos). Hay enorme expectación por comprobar si Bañuelos efectúa los desembolsos precisos aunque, de momento, ya ha nombrado consejero delegado: Yago Méndez.
Cualquier tipo de historia que hiciera subir la cotización sería agua de mayo para Tvikap (que entró en septiembre de 2007 por encima de 12 euros) o las cajas de ahorros presentes, entre ellas La Caixa, que heredó la participación del 5,1% de Banca Cívica.
Todo esto no es una historia nueva, sin embargo. Ezentis (antigua Avanzit) y Amper han vivido en los últimos años entre continuas expectativas de operaciones corporativas. El mercado ha demostrado cierta fatiga y, después de un calentón del valor tras la irrupción de Bañuelos, que disparó el valor desde 1,5 a 2,4 euros por acción, ahora realiza equilibrios en la zona de los 2,00 euros.
Una fatiga que indica claramente el escaso tirón de estos actores, muy quemados en tiempos pasados. Ni Astroc ni Avanzit han constituido ejemplos de rentabilidad en el pasado y son pocos los inversores que toman posiciones ahora en espera de buenas operaciones corporativas. Las figuras clave son ahora Bañuelos y su desembolso del dinero. A continuación, habrá que ver su convivencia con Tvikap y Ezentis. Un asunto que promete muchas novedades.
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