Tras una larga temporada fuera del mapa, Ángel Mullor reaparece, discretamente, con perfil bajo y en un sector por completo ajeno a su negociado durante cerca de una década, el de las aerolíneas. El que fuera consejero delegado de Iberia desde 2001 hasta 2006 se ha incorporado al consejo de administración de una de las filiales en España de RWE, la segunda eléctrica alemana tras E.ON.
La empresa en cuestión es Hidroeléctrica del Trasvase, de la que la alemana controla el 60% del capital y cuya actividad consiste en explotar la central hidroeléctrica de Villalgordo, de 5,5 megavatios (MW) de potencia y ubicada en el Acueducto Tajo Segura, provincia de Cuenca.
La entrada de Mullor en su órgano de gestión se ha producido tras la salida de otro consejero ilustre, Eduardo Merigó, expresidente de Servired y Visa y actual presidente de Preneal, sociedad española con importantes intereses en energía eólica. RWE no ha querido hacer comentarios sobre la incorporación de Mullor.
Mullor dimitió como consejero delegado de Iberia en abril de 2006, tras una etapa de diez años, primero como director general (1996-2001) y luego como consejero delegado (2001-2006). El ejecutivo, que en 2007 proclamó públicamente que no volvería a trabajar en ese sector, se incorporó a la aerolínea de la mano de su entonces recién nombrado presidente, Xabier de Irala, con quien había coincidido durante su etapa en la multinacional ABB. En sus años en Iberia, Mullor desempeñó un destacado papel en el proceso de privatización de la compañía de bandera española, que hoy vive sus horas más bajas.
Antes de Iberia, trabajó en ABB y el Ministerio de Industria e hizo sus pinitos en política con el PCE
A sus 65 años, Mullor ha desempeñado importantes responsabilidades en la esfera empresarial, aunque sus primeros años de trayectoria los dedicó al periodismo económico y, posteriormente, a la publicidad.
También hizo sus pinitos en política: se afilió al PCE en 1968 y en 1981, siendo redactor jefe del órgano del Comité Central del partido, fue cesado por colaborar en la información que un grupo de periodistas elaboró sobre la sesión parlamentaria secreta sobre el golpe de Estado del 23-F. Siete años más tarde se incorporó a Gerencia Siderúrgica, sociedad dependiente del Ministerio de Industria, donde llegó a ser director económico-financiero.
La eléctrica a la que se ha incorporado como consejero forma parte del grupo RWE Innogy Aersa, filial de la alemana en España, una empresa con un tamaño mínimo, pero rentable. El año pasado, Hidroeléctrica del Trasvase aumentó su beneficio y su facturación un 16%, hasta 1,94 millones y 722.000 euros, respectivamente. Su matriz está entre los principales promotores de energías renovables en el mercado nacional. A 31 de diciembre del año pasado, RWE tenía 16 parques eólicos en funcionamiento en España y cuatro centrales hidráulicas, con una potencia instalada de 459 MW en total.
El grupo alemán, que también explota la central termosolar granadina de Andasol 3, de 50 MW de capacidad, está estudiando la posibilidad de sumarse a las reclamaciones internacionales en contra de España por los recortes en la retribución a la energía termosolar. A cierre del año pasado, RWE tenía un 16,4% de su potencia renovable en todo el mundo (un total de 2.804 MW) instalada en España.
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