El plan de sucesión de BBVA va cogiendo forma. Francisco González ya tiene diseñado el que será su relevo el próximo año y así se lo ha transmitido al Banco Central Europeo (BCE). El objetivo es tener la sucesión atada y aprobada en septiembre como tarde. Y, a la espera de la última palabra de Frankurt, se está planteando dos alternativas, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli.
El escenario central es elevar a Carlos Torres, actual consejero delegado, como presidente ejecutivo. Un modelo que no gusta en el BCE, aunque se tolera en otras entidades como Santander y Sabadell. En caso de que se imponga un relevo modelo CaixaBank -con Jordi Gual como presidente no ejecutivo y un número dos con más galones-, el banco ya tiene dentro del consejo a Jaime Caruana y también está en la terna Manuel Pizarro, como ya publicó este medio.
En caso de que se cumpliera la opción favorita de González y Torres ocupara la presidencia, quedaría vacante el puesto de consejero delegado. Hay tres nombres que destacan dentro de los planes del banquero salmantino: Javiér Rodríguez Soler, Ricardo Forcano y Jorge Sáenz-Azcúnaga.
Los tres candidatos
El primero, Rodríguez Soler, lleva gran parte de su carrera trabajando mano a mano con Torres. Primero en McKinsey (hasta 2000), posteriormente en Endesa (hasta 2008) y desde entonces en BBVA. Este financiero es uno de los de más peso actualmente en el Comité de Dirección del banco, con responsabilidad sobre Estrategia y Operaciones (M&A). Depende directamente de González.
Forcano es actualmente responsable de Talento y Cultura (Recursos Humanos). Está en las quinielas por su cercanía a Torres, ya que estuvo en su equipo en Endesa y, tras un paso por Grupo Heraldo, lo ha estado en BBVA en Banca Digital. Sin embargo, sus perfiles son similares y eso hace que las fuentes consultadas le vean menos opciones.
González quiere mantener una presidencia de honor con la mayor parte de sus medios (despacho, chófer...) actuales
Es en este punto en el que gana fuerza Sáenz-Azcúnaga. El banquero vasco es el que lleva las riendas de la banca minorista en BBVA. Es él mismo quien reporta a Torres sobre la evolución del negocio en Argentina, Colombia, Chile, Perú, Venezuela, Uruguay y Paraguay, y supervisa cómo van las filiales de España, México, Turquía y EEUU. Sáenz-Azcúnaga empezó en el grupo en Argentaria y fue una de las personas de confianza de José Ignacio Goirigolzarri como consejero delegado. Perdió influencia con Ángel Cano y la ha recuperado ahora.
En caso de que el BCE no apruebe esta vía se abriría la búsqueda de un presidente no ejecutivo. En la que todos los ojos están en Pizarro. El empresario aragonés es de máxima confianza de González; fue quien recomendó a Torres para el banco; y fue compañero de colegio de Caruana. Por si fuera poco, es cercano al actual ministro de Economía, Román Escolano. El que está prácticamente descartado para una presidencia no ejecutiva es el actual vicepresidente, José Manuel González-Páramo.
Con estos escenarios abiertos, lo que ya se descarta casi por completo es que FG extienda por tercera vez su mandato con un nuevo cambio de los Estatutos. Pero podría mantener una presidencia de honor, como él mismo reconoció en los resultados anuales. Incluirá casi los mismos medios (equipo, despacho, chófer...) que ahora. Aunque el BCE vigilará con lupa que su relevo sea real.
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