"Hay marineros que zarpan en los barcos asiáticos tan sólo a cambio de la comida que les dan", dicen unos. "Competir con países que no respetan los derechos laborales más elementales es difícil", dicen otros. "La distribución quiere el producto cada vez más barato sin importarle las condiciones en la que este producto se pesca", concluyen. El sector atunero español, compuesto por los armadores y los conserveros, presentó esta semana un plan amparado por el Ministerio de Agricultura para poner en valor la importancia de la industria atunera española, la que más captura y más vende de Europa, la que sin duda tiene predominancia. A un precio medio de 12 euros el kilo, el mercado de la UE supone más de 8.000 millones y está controlado en su mayoría por industria y pesqueros españoles.
Sin embargo, los asiáticos quieren parte de este mercado, y están aumentando exponencialmentew sus capturas en los últimos años, especialmente en su Pacífico Occidental, y hasta llegar a niveles de capturas que pueden hacer insostenible el futuro de la especie como puede verse en este gráfico donde se observa que las capturas mundiales de atún se han doblado en 30 años, a la vez que el consumo se dispara.
Considerar al atún en lata "el pollo del mar" (un alimento protéico, bajo en calorías, una commodity más) olvida un detalle clave: el atún es salvaje, no criado por el ser humano en granjas o piscifactorías. Esto quiere decir que su equilibrio es mucho más delicado al no poderse aumentar la población con técnicas industriales.
"Competimos en un mercado en el que hay competencia desleal. Los atuneros españoles pagan a sus marineros 2.000 euros de media al mes, con un mes de descanso cada dos de trabajo, con flotas de unas 30 personas donde la dirección la ocupan trabajadores españoles. En Ecuador cobran 500 euros al mes y en Tailandia 250. En Asia el concepto de derechos laborales es totalmente diferente. Su objetivo es vender y además encuentran mercado, la pesca ilegal prolifera y sus clientes son los países en los que nosotros estamos compitiendo legalmente y cumpliendo todas las normas que exige la UE". Estos países son Alemania, UK, norte de Europa... mercados sin flota atunera en los que no hay interés especial por proteger a la industria europea.
La sostenibilidad de la especie está en juego sin duda, si las flotas asiáticas continuan su estrategia de conquistar mercados europeos. España ha generado una buena industria conservera predominante y que no quiere repartir su tarta con los asiáticos (sin las condiciones higiénicas y laborales)
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