La fábrica de Coca-Cola en Fuenlabrada (Madrid) seguirá como hasta ahora, sin producir bebidas, tras decidir el Tribunal Supremo en un auto este miércoles que la empresa aplicó bien la sentencia de la Audiencia Nacional que declaraba nulo su ERE y obligaba a reingresar a sus trabajadores "en el mismo puesto de trabajo y con las mismas condiciones".
De esta manera, la justicia avala la forma en que la empresa de Sol Daurella aplicó la sentencia y quita la razón a Comisiones Obreras, que defiende que la multinacional "no cumple las resoluciones judiciales". Los poco más de 150 empleados que siguen en la factoría seguirán, por tanto, sufriendo 'mobbing', tal y como denuncian, pues aseguran que se les ignora y que han quedado totalmente fuera del sistema de producción.
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