El futuro de los grandes proyectos en Madrid sigue siendo incierto… pero llueve un poco menos para sus respectivos promotores. El Ayuntamiento de la capital se está planteando dar una vuelta a su estrategia contra desarrollos como la reforma del edificio España o la ‘operación Chamartín’, contra los que se ha posicionado de forma notable. Una actitud que ha provocado respuestas adversas tanto de los inversores como de una mayoría ciudadana, favorable a que se lleven a cabo estos trabajos. Las próximas semanas podrían terminar de definir un cambio de rumbo más acusado.
El equipo que lidera la alcaldesa, Manuela Carmena, ha podido constatar en los últimos meses que el apoyo popular a estas operaciones es notablemente mayoritario. Así se refleja en las encuestas encargadas por Distrito Castellana Norte (DCN), promotora de la ‘operación Chamartín’, y las propias consultas ciudadanas llevadas a cabo por el Consistorio sobre la remodelación de la Plaza de España, relacionada con la reforma del rascacielos propiedad del holding chino Wanda.
De esta forma, la beligerancia del Ayuntamiento con estas operaciones podría costarle caro a Ahora Madrid, la formación política que lidera Carmena, desde el punto de vista del apoyo popular, una circunstancia que está empezando a ser tenida en cuenta por los asesores del partido.
Sin embargo, la presión no llega sólo de los ciudadanos. Los múltiples obstáculos a estas operaciones ha generado un clima negativo entre la comunidad inversora, que ha comenzado a plantearse sus planes en torno a la capital. De hecho, Wanda ha puesto a la venta el edificio España y ha empezado a plegar velas en su proyecto de convertir el rascacielos en un hotel, apartamentos de lujo y zona comercial. De confirmarse su marcha, Madrid se perdería una inversión en el entorno de los 700 millones de euros.
En el caso de la ‘operación Chamartín’, la inversión comprometida por DCN alcanza los 6.000 millones. La suma de los grandes desarrollos planteados en Madrid supera ampliamente los 10.000 millones de euros.
Síntomas de cambio
La actitud de los rectores municipales ha hecho de que la comunidad inversora comience a recelar de Madrid como destino para el dinero, un clima que se ha reflejado en la prensa financiera internacional. Una situación que podría generar un efecto huida del que se responsabilizaría directamente al Ayuntamiento de la ciudad. En definitiva, un escenario que Carmena quiere evitar a toda costa.
El pasado martes, el diario Bez desvelaba en exclusiva la carta que Carmena remitió a Wanda en la que admitía que bajo circunstancias excepcionales el propietario del edifico España podría derribar algunos elementos de la fachada para llevar a cabo la reforma del rascacielos, un extremo al que el Consistorio se había opuesto de forma tajante hasta ahora.
Mientras, el presidente de DCN, Antonio Béjar, apuntó este miércoles en el foro ‘Urbanismo sostenible’ organizado por El País, que cada vez está más cerca el inicio de las obras de la ‘operación Chamartín’. El ejecutivo acompañó esta afirmación con la revelación de parte de los planes para el desarrollo, que incluirá seis torres de gran altura. “Se trata de ofrecer la máxima transparencia sobre el proyecto”, aseguró posteriormente a los periodistas.
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