La Comisión Europea dará al menos un consuelo a algunos ciudadanos madrileños que, en su día, presentaron alegaciones al proyecto de remodelación del estadio Santiago Bernabéu con la consiguiente respuesta negativa del Ayuntamiento de Madrid. El tan comentado expediente que el Ejecutivo comunitario publicará en las próximas horas contra España por supuestas ayudas públicas ilegales a siete clubes de fútbol viene a darles esa razón que el Consistorio que dirige Ana Botella no estimó oportuno concedérsela.
Por lo que ha trascendido, en el mencionado expediente aparecen dos tipos de ayudas públicas supuestamente ilegales. Una de ellas (la segunda tiene que ver con el estatus de sociedad deportiva en lugar de sociedad anónima de la mayoría de sus competidores) está referida a la operación urbanística que el Ayuntamiento de Madrid, junto con la Comunidad de Madrid, llevó a cabo a comienzos del presente siglo para que el club que preside Florentino Pérez pudiera proceder a enjugar su deuda.
Por mor de aquella operación, que se realizó a partir de una permuta de terrenos, el Real Madrid pudo vender la mayoría de los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva, situada al final del paseo de la Castellana, y levantar el complejo de las cuatro torres. Como pago, el club merengue recibió los terrenos que actualmente ocupa la Ciudad Real Madrid, en el nuevo desarrollo de Valdebebas, y otros activos, entre los que se encuentra una parcela en Las Tablas.
Esa parcela, la ya célebre B-32 del PAU II-3 (el que corresponde a Las Tablas), es la que centra el expediente de Bruselas y, paradójicamente, aparece también en la última operación urbanística urdida por el Ayuntamiento y el Real Madrid, esto es, la remodelación del estadio Santiago Bernabéu.
Permuta ilegal
Entre las alegaciones presentadas contra este último proyecto, algunas de ellas coinciden en destacar que el traspaso de esa parcela del Ayuntamiento al Real Madrid fue ilegal. El terreno, de algo más de 70.000 metros cuadrados y muy próximo al lugar donde se está levantando actualmente la nueva sede del BBVA, estaba calificado como “dotacional deportivo de carácter básico” y, por ende, era de dominio o servicio público.
Como figura en una de las citadas alegaciones, elaborada concienzudamente por un grupo de ciudadanos madrileños y presentada el 16 de diciembre de 2012 con el número de anotación 2011/1343695, “se contraviene la Ley por tratarse de un bien de dominio público, los cuales se encuentran afectos al uso o al servicio público y por tanto no pueden ser valorados (no se pueden vender).
Para ello disponen de una especial protección jurídica que está regulada en el artículo 132 de la Constitución, según el cual los bienes de dominio público están ‘fuera del comercio’, es decir, que son inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
Pero la finca sí se vendió, hasta el punto de que el Real Madrid, en el informe anual 2010/2011 que remitió a sus socios, aún reflejaba, en el apartado “Terrenos”, la parcela de Las Tablas, con una valoración de 488.000 euros (había sufrido una cierta depreciación en tanto en cuanto se había valorado en el momento de la permuta en 595.194,3 euros).
Revalorazación inconcebible
Así como sucede con las alegaciones contra el nuevo Bernabéu, entre las que también se encuentra una presentada por Ecologistas en Acción, en el expediente de Bruselas figura la misma cuestión relativa a la parcela que, por Ley, no se podía vender.
Pero no sólo eso. También queda constancia en el documento del Ejecutivo comunitario que, lejos de quedarse ahí, el Ayuntamiento y el Real Madrid procedieron a una nueva permuta con los terrenos de Las Tablas que, merced al convenio firmado para la remodelación del estadio, volvían a ser propiedad del Consistorio madrileño. Eso sí, con el pequeño detalle de que los terrenos fueron por entonces valorados en 22.693054,44 euros, es decir, 46,5 veces más que en la transacción original, con dos agravantes de consideración: el brusco descenso de los precios del suelo en los últimos años y el hecho de que con esa parcela la Ley no permite hacer negocios.
Sólo con esa valoración desorbitada y fuera de mercado se justificaba que a cambio de esa parcela y otras en la zona de Carabanchel, el Real Madrid obtuviera un buen número de metros cuadrados a los pies del Bernabéu, en pleno paseo de la Castellana (una de las zonas más caras de Madrid), para llevar a cabo la remodelación de su estadio, que incluye la construcción de un hotel de lujo y de un centro comercial, y un incremento de edificabilidad de más de 12.000 metros cuadrados.
Para Bruselas, ahí reside la ayuda pública considerada ilegal. En una de las alegaciones públicas presentadas contra el nuevo Bernabéu se señala con énfasis que el asunto de la parcela de Las Tablas es la “joya oculta” de todo el procedimiento, así llamada por una muy sencilla razón: no aparece mencionada en todo el expediente del proyecto del nuevo Bernabéu.
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