El actual presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, reconoció en la Audiencia Nacional que le sorprendió que Rodrigo Rato le ofreciera su cargo al frente de la entidad pero lo aceptó por "responsabilidad" y después de que le animara el ministro de Economía, Luis de Guindos.
En su declaración ante el juez Fernando Andreu, que instruye el 'caso Bankia', Goirigolzarri explicó que Rato le propuso en un par de ocasiones ser consejero delegado de la entidad. El pasado 7 de mayo, el exministro le llamó por teléfono para ofrecerle su puesto porque Rato consideraba que lo mejor era irse porque era el final de una etapa.
Según señaló en la declaración, Rato sintió que había perdido la confianza del Ministerio de Economía, si bien De Guindos afirma que Rato abandonó Bankia "por decisión personal" y no porque el Gobierno se lo pidiera. En este sentido, el titular de Economía ha destacado en varias ocasiones que fue Rato quien decidió irse y quien propuso como sucesor a Goirigolzarri.
La preocupación por el estado de Bankia urgía a tomar una decisión sobre el relevo de la presidencia y en menos de dos horas, tras recibir el apoyo del ministro de Economía, Goirigolzarri llamó a Rato para decirle que aceptaba su oferta. Desde entonces, añadió, se puso a trabajar con total dedicación porque existían grandes retos, entre ellos la necesidad de que los empleados unieran "sus culturas" en un proyecto común a tenor de una de las anécdotas expuestas por el banquero.
"En los primeros días que estuve en Bankia pedí información de activos adjudicados y me trajeron una transparencia por caja de origen, activos y volumen. Les dije, es la última vez que quiero ver una información estructurada", señaló Goirigolzarri. En un grupo como Bankia, que aúna a siete entidades, "lo letal es que cada uno esté pensando en su caja", es algo que "va en contra de sacar adelante este proyecto", sentenció.
En cualquier caso, el presidente de la entidad nacionalizada se mostró satisfecho de los avances de Bankia desde su llegada al grupo, especialmente por la elaboración en un tiempo récord del plan de saneamiento en el que solicitaba la multimillonaria ayuda pública. El 9 de mayo, el mismo día que asumió la presidencia de Bankia, Goirigolzarri recibió la felicitación del Banco de España y el encargo para que diseñara un plan que asegurara la viabilidad de la entidad. Desde ese día y hasta el 25 de mayo, trabajaron "muchísimo" en ese proyecto y pidieron una ayuda tan abultada porque el nuevo equipo de Bankia pensó que era mucho mejor ser "realistas" sobre la situación de la entidad.
Al preguntarle a cerca de por qué las ayudas solicitadas eran muy superiores a las que Rato planteó pocos días antes de su dimisión, Goirigolzarri dijo que no le constaba tal petición, ni que hubiera un segundo plan. Sin embargo, los abogados de la defensa le recordaron que en su primer consejo de administración se habló de la última estrategia de Rato y, entonces, Goirigolzarri argumentó que ese plan no era ningún documento oficial.
El banquero prefirió centrarse a lo largo de toda su declaración en lo sucedido desde su llegada a Bankia, haciendo especial hincapié en su plan de saneamiento, elaborado por el propio equipo del banco, en colaboración con el Banco de España, Economía y Goldman Sachs, como asesor del Ministerio. Por último, con el mismo argumento de que no le consta, declinó entrar a valorar las opciones de fusión que estudió Bankia poco antes de la marcha de Rato, entre ellas la unión con Liberbank, el grupo liderado por Cajastur-CCM, Caja Cantabria y Caja Extremadura.
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