El crecimiento del crédito muestra una España en dos velocidades. Por un lado las dos grandes ciudades, Madrid y Barcelona, donde se acumulan la gran mayoría de las nuevas operaciones de financiación, y por otro lado el resto de comunidades autónomas y ciudades, donde la tendencia es mucho más plana. Así lo ha asegurado este jueves Alfonso Sáez, director general de Bankinter Consumer Finance, durante la presentación de Bankintercard, la nueva marca de tarjetas del grupo dirigido por María Dolores Dancausa.
Desde finales de 2014, el crédito nuevo en España no ha hecho más que crecer trimestre a trimestre, hasta llegar a una tasa interanual del 17,9% en la segunda mitad de 2015 (ver gráfico inferior). Sin embargo, estos son los datos agregados, que ocultan un "crecimiento desigual" de la nueva financiación. En realidad, gran parte de este crecimiento se ha registrado solamente en las grandes capitales, mientras que en el resto del territorio el comportamiento del crédito nuevo se ha mantenido más plano.
"Sí que hemos notado un repunte general del crédito, aunque todavía prosigue el desapalancamiento de la economía española. El crecimiento está siendo desigual, con grandes incrementos en Madrid y Barcelona, frente a otras zonas de España en las que aún afecta las tasas de empleo más bajas. De hecho, hay una correlación casi perfecta entre nueva financiación y tasa de desempleo", ha explicado Alfonso Sáez.
Estas diferencias entre Madrid y Barcelona y el resto de España las rafitican los datos de nuevas hipotecas de Banco Sabadell. Sirva como ejemplo: la entidad presidida por Josep Oliu alcanzó los 2.443 millones de euros en nuevo crédito hipotecario en el año 2015, un 24,6% más que un año antes. De esta cantidad, alrededor del 80% de las operaciones se formalizaron en las dos principales ciudades. "Quien ha estado tirando del nuevo crédito han sido las grandes ciudades", confirman fuentes de la entidad.
Volcados en el crédito al consumo
Aunque el crédito nuevo lleva más de un año creciendo, su saldo total sigue reduciéndose desde hace años debido al proceso de desapalancamiento de los hogares y empresas españolas. El crédito vivo se redujo así en más de 41.000 millones de euros en el último año, según datos del Banco de España. Pero esta reducción del crédito total se ha revertido en la financiación al consumo: Después de siete años consecutivos de descensos, el saldo vivo del crédito al consumo experimentó su primer incremento, "modesto", y ascendió hasta los 58.000 millones de euros, según los datos facilitados por Bankinter Consumer Finance.
"Vemos un cambio de tendencia, y la gente está consumiendo más, algo que se ve claramente en el crédito para la compra de automóviles, aunque también en la financiación de otros objetos de consumo como móviles y tablets", explica Sáez, quien presentó la nueva marca de tarjetas del grupo Bankinter: Bankintercard, que sustituye a la antigua Obsidiana como nombre del negocio. La firma dirigida por María Dolores Dancausa, ante el entorno de bajos tipos, se está lanzando hacia el mercado del consumo, que goza de márgenes más altos.
El objetivo de la financiera de Bankinter es alcanzar el millón de clientes y tarjetas vendidas a finales de 2016, así como los 1.000 millones de euros de inversión total. Dicha estrategia se basará en la nueva marca de tarjetas, la apuesta por el crédito coche a través de plataformas online y el aumento de la financiación en puntos de venta. El objetivo del banco es situarse entre los líderes del mercado del consumer finance para 2020. Actualmente la financiera de Bankinter es la séptima por volumen de inversión crediticia, si bien la firma dirigida por Alfonso Sáez está creciendo a ritmos del 55%, más del triple que sus directos competidores.
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