Los banqueros españoles piden algo de oxígeno al Banco Central Europeo (BCE). Así lo expresaron este martes los principales presidentes y consejeros delegados de las entidades a la presidenta del supervisor europeo, Danièle Nouy, en una reunión en Madrid.
Al margen de otros grandes retos como la digitalización, la caída del Popular y el desafío catalán, los próximos test de estrés son una de las mayores preocupaciones de los bancos españoles actualmente. Lo son porque el BCE y la EBA (Autoridad Bancaria Europea, por sus siglas en inglés) están planteando unos condicionantes que complican la operativa y generan incertidumbres sobre el resultado.
El problema radica en que que los test de estrés de 2018 se van a hacer sobre las nuevas provisiones internacionales (IFRS 9), que entran en vigor el próximo 1 de enero. Las entidades europeas llevan meses/años adaptándose a esta legislación, a pesar de lo cual los equipos financieros y de riesgos de los bancos siguen todavía empantanados.
Por ello, los primeros espadas de las entidades españolas se quejaron ante Nouy de las complicaciones técnicas que puede implicar hacer los test con las nuevas provisiones y de que los resultados son, a día de hoy, inciertos. Esta demanda ya se ha producido anteriormente tanto al BCE como a la EBA.
Caso Popular
Otro de los temas centrales de la reunión, según el orden del día, era la necesidad de cambios en la normativa de resolución, tras la polémica creada por el rescate a Banco Popular. Los organismos europeos han reconocido abiertamente que la normativa para resolver (intervenir o liquidar) entidades no estaba preparada para afrontar crisis de liquidez como la que sacudió al Popular.
Éste es un tema que preocupa mucho entre los banqueros españoles, por la vulnerabilidad que supone que una salida de depósitos pueda forzar la resolución de una entidad.
En el orden del día no estaba la situación de Cataluña. Y no se habló de ello, a pesar del peligro de que las tensiones por el referéndum provoquen movimientos en los depósitos y por los planes de contingencia de las entidades con más negocio en la comunidad autónoma: CaixaBank, BBVA y Sabadell.
Frente al desafío catalán, sí que estaba en la agenda el Brexit, que afecta principalmente a Santander y Sabadell, por sus negocios en Reino Unido.
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