El Fútbol Club Barcelona transparenta la realidad de su macroinversión en la reforma del Camp Nou ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El supervisor de los mercados bursátiles ha tenido conocimiento de los primeros pagos realizados por el Barça a cambio del préstamo para financiar la obra que configura el gran proyecto del mandato de Joan Laporta, que vence en 2026.
La entidad blaugrana ha sufragado unos 33,4 millones de euros solo en concepto de intereses en el primer semestre de su actual ejercicio a los bonistas que aportaron 987 millones, según consta en las cuentas del fondo de titulización del Espai Barça remitidas a la CNMV. A los anteriores, hay que añadir cerca de 6,5 millones en intereses pagados por deudas con entidades de crédito.
De las obligaciones con los bonistas, 120 millones tienen vencimiento en menos de 5 años, 477 millones en un plazo de entre 5 y 10 años, y otros 390 millones, se podrán devolver en un tiempo superior a los 10 años. Así se desprende de la relación que establece la misma documentación, que cifra el interés medio ponderado para los bonos en un 6,82%.
Entre estos bonistas ha trascendido el nombre del gigante americano Pacific Investment Management Company (Pimco). Este último ha invertido unos 50 millones que espera poder rentabilizar en mayo de 2028, alrededor de dos años después de cuando se prevé que el estadio esté al pleno de su capacidad.
Paralelamente, en el Barça se han contraído deudas con entidades de crédito por 224,3 millones y derivados por 74,5 millones. Dentro de los gastos, se incluyen también cerca de 8 millones en concepto de servicios de profesionales independientes al margen de los citados intereses.
Acogiéndose a la carencia obtenida, la entidad que encabeza Joan Laporta todavía no ha devuelto ningún euro del principal de la deuda, que se espera afrontar con cargo a los ingresos adicionales que aporte el Camp Nou una vez se complete su reforma.
Desviaciones en el presupuesto del Barça
Por lo pronto, las cantidades pagadas en concepto de intereses casi duplican el promedio presupuestado para ellos durante los 30 años en que se espera que se prolongue la devolución de la financiación. Desde el Barça se ha informado que la intención pasa por no destinar más de 95 millones por año para la amortización de la deuda más los intereses una vez termine la carencia en 2027.
En cualquier caso, el club se ha garantizado para sí los primeros 100,4 millones que genere el estadio, de modo que los restantes 250 millones -según las estimaciones de facturación de la empresa Legends, del fondo Sixth Street- podrían entrar en la negociación con los acreedores. La ambición de la Junta Directiva es que el equipo pueda volver a utilizar el Camp Nou en algún momento de la próxima temporada, aunque la infraestructura no estaría al pleno de su capacidad hasta 2026.
Paralelamente, como publicó ya Vozpópuli, el Barça viene de cerrar las cuentas del 2022/2023 con un desfase en los gastos de 100 millones de euros. En cuanto al actual ejercicio, el club avista también desafíos. Según publicó el pasado 23 de febrero el diario Sport, la Junta de Laporta afronta un nuevo desfase presupuestario de 12 millones con respecto al capítulo de gastos, y de 15 millones a la baja en torno a los ingresos que se achacan, fundamentalmente, a la menor entrada al estadio de Montjuïc.
Durante el curso, además, cabe advertir el impago de 40 millones que se presuponía que llegarían procedentes del fondo alemán Libero dentro del proyecto de salida a Bolsa en Estados Unidos de la filial audiovisual Barça Media. El socio de los blaugrana en la operación, Mountain & Co, prevé obtener esta miércoles el ok de sus inversores para una nueva prórroga del plazo de la transacción hasta finales de 2024 con el propósito de obtener entonces una mejor capitalización que la factible actualmente.
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