BBVA se adelanta a la competencia en buenas prácticas de gobierno corporativo. El llamado a ser sucesor de Francisco González, su número dos Carlos Torres, es el primero de los banqueros de primera fila que no tiene derecho a prejubilación si sale del banco antes de los 65-67 años.
Los bancos y las prejubilaciones son objeto de polémica en los últimos días. La apertura de un expediente sancionador a Banco Popular y las declaraciones de Sebastián Albella, presidente de la CNMV, criticando este tipo de prácticas por su opacidad, han puesto el foco sobre esta remuneración.
Las principales entidades como Santander tienen acordado con sus principales ejecutivos este complemento para garantizarse la no competencia de sus responsables si salen del banco antes de lo previsto. La propia BBVA paga una prejubilación a su ex consejero delegado, Ángel Cano, a razón de una renta vitalicia de 1,79 millones. Lo mismo que Javier Marín, ex consejero delegado de Santander.
El mejor sueldo
Al margen de la prejubilación, Torres, que cumple 52 años en los próximos días, es ya el ejecutivo mejor pagado de BBVA y cuenta con una pensión acumulada para cuando se jubile de 17,5 millones.
Como indicó ayer Albella, las entidades deben incluir en la remuneración de sus consejeros tanto lo que cobran en fijo como en variable más las aportaciones a pensiones. Siendo así, Torres percibió 6,74 millones en 2017, frente a los 5,78 millones de González y los 1,7 millones de José Manuel González-Páramo.
Torres es a priori el elegido a suceder a González como presidente de BBVA el próximo año como primer ejecutivo. Lo que todavía está por clarificar es si será como presidente ejecutivo o como consejero delegado con un presidente no ejecutivo, que podría ser González-Páramo o el recién nombrado Jaime Caruana.
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