Un nuevo varapalo para Deloitte, la otrora gran auditora del sector financiero español. La firma estadounidense, que en su momento controló cerca en mercado de la auditoría del 90% del sector bancario y buena parte del Ibex-35 ha visto cómo ha ido perdiendo buena parte de las principales cuentas en favor del resto de competidores del considera Big Four. Si la primera fue Bankia, que tras la nacionalización cortó su relación con la auditora en 2013 (en favor de E&Y), en 2016 fue Banco Santander quien abandonó a Deloitte en favor de PwC, la misma firma que auditará a Telefónica, que este mismo año anunció el cambio.
Este jueves, el consejo de administración de BBVA ha aprobado, a instancia de la Comisión de Auditoría y Cumplimiento, proponer a los accionistas la contratación de la firma KPMG como auditor del banco y su grupo consolidado. Tal y como ha señalado el propio banco a través de un hecho relevante, KPMG Auditores pasará a revisar las cuentas de la entidad presidida por Francisco González a partir del ejercicio 2017 y durante los próximos tres ejercicios.
Estos cambios vienen en parte propiciados por la nueva Ley de Auditoría, que impone un plazo máximo de 10 años para contar con los servicios de un mismo auditor, prorrogables a cuatro años más solo si se trata de una auditoría conjunta. Dicha normativa es una transposición de una directiva europea, y exige que las entidades consideradas de interés público roten de manera regulada en sus métodos de control independiente.
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